Este lunes, el sistema eléctrico nacional enfrentó con éxito una intensa ola de calor que superó los 40 grados en gran parte del país, alcanzando un nuevo récord de demanda de 30.240 megavatios (MW) a las 14.45. A diferencia de jornadas anteriores con condiciones climáticas similares, esta vez no se registraron grandes colapsos en la red, lo que permitió mantener la estabilidad del suministro.

Para atender el pico de demanda, el sistema eléctrico apeló a toda su capacidad disponible, incluyendo centrales térmicas menos eficientes y la importación de más de 1.600 MW desde Brasil, Uruguay y Paraguay. Además, se implementó un sistema de reducción voluntaria de consumo por parte de grandes industrias, como Aluar, Siderca, Papel Prensa y Renova, que liberaron 110 MW a cambio de un resarcimiento económico.

En el momento del récord, el 58% de la energía provino de centrales térmicas, el 17% de grandes hidroeléctricas, el 16% de fuentes renovables, el 4% de energía nuclear y el 5% de importaciones. Geográficamente, el Gran Buenos Aires lideró la generación con 5.469 MW, seguido por el resto de la provincia de Buenos Aires (4.319 MW), el Litoral (4.220 MW), el Comahue (3.600 MW), el NOA (3.363 MW), el NEA (2.800 MW), el resto de la Patagonia sur (1.800 MW) y Cuyo (1.700 MW).

Uno de los aspectos más destacados fue el desempeño del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde se superaron los 10.600 MW de potencia, un umbral que suele asociarse con cortes de suministro. Sin embargo, los incidentes fueron mínimos: Edenor registró apenas 1.750 usuarios sin servicio, mientras que Edesur reportó 10.112 hogares afectados, cifras consideradas bajas para un día de alto estrés térmico.

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