Tres gobernadores patagónicos reclamaron a Nación "mirar al sur del país, que genera las divisas para el crecimiento de Argentina"
Torres, Figueroa y Weretilneck firmaron un acuerdo para la ampliación del Gasoducto Cordillerano Patagónico, una obra que permitirá sumar más de 12.000 conexiones de gas en 25 localidades. “El país funciona con lo que produce la Patagonia”, afirmaron.
Tres gobernadores de la Patagonia protagonizaron este viernes una jornada histórica para la región, en la que Chubut, Neuquén y Río Negro sellaron un acuerdo para financiar con fondos propios la ampliación del gasoducto cordillerano, una obra largamente postergada, que permitirá sumar más de 12.000 conexiones de gas en 25 localidades.
Durante el acto realizado en el Salón de los Constituyentes de la Casa de Gobierno, en Rawson, Ignacio Torres, Rolando Figueroa y Alberto Weretilneck coincidieron en reclamar a Nación "mirar al sur del país, que genera las divisas para el crecimiento de Argentina".
“Hoy no estamos anunciando algo que se va a hacer. Estamos celebrando algo que se está haciendo”, afirmó Torres. La obra, largamente postergada, ya tiene más del 80% de ejecución. Según explicó Torres, en agosto estará finalizada la conexión del gasoducto cordillerano patagónico con el gasoducto San Martín, lo que permitirá abastecer de gas a toda la red cuando entren en funcionamiento tres plantas compresoras. La inversión total supera los 50 millones de dólares.
El mandatario chubutense fue claro al explicar por qué esta obra tiene un valor político y simbólico tan alto. “Los gasoductos son obras que no se ven, son caras, pero absolutamente necesarias. Y este hermanamiento de las provincias patagónicas nos permitió avanzar en algo que llevaba más de 20 años esperando”, remarcó.
El objetivo, dijo, es que para el próximo invierno los hogares de la región no vuelvan a sufrir la falta de suministro. “Sé de primera mano lo que esto implica en salud, en educación. Este problema lo vamos a resolver, y lo vamos a hacer con decisión política. Podríamos quejarnos de que esta obra debía hacerla el Gobierno Nacional. Pero nos sentamos, nos pusimos de acuerdo y encontramos un esquema financiero propio para hacerla realidad”, sostuvo.
Torres puso el dedo en la llaga: la contradicción histórica de una región que produce buena parte de la energía que mueve al país, pero que aún tiene pueblos sin conexión a la red de gas.
“Imaginen lo surrealista de pensar que siendo el motor energético de la Argentina, haya localidades aisladas energéticamente. Es una injusticia que refleja una mirada centralista, unitaria, que construyó dos Argentinas”, denunció.
Para el gobernador de Chubut, lo que está en juego trasciende la coyuntura. “Estamos en medio de un debate que no es solo económico. Es un debate de derechos y obligaciones. Hay quienes quieren reducir al Estado nacional a tres funciones: macroeconomía, relaciones exteriores y seguridad interior. Pero para mantener una macroeconomía estable hacen falta dólares, y esos dólares se generan acá, en la Patagonia”, sentenció.
Torres advirtió sobre la lógica extractiva con la que históricamente se ha tratado al sur del país. “Mientras nuestras provincias subsidiaban el precio sostén del barril con miles de millones de dólares, muchos pueblos patagónicos seguían sin acceso al gas ni al agua. Eso pasó durante años”, recordó.
Una nueva mirada federal
“Hoy hay otra realidad. Los patagónicos somos conscientes de que para que Argentina crezca, tiene que mirar al sur. Y nosotros, desde el sur, también tenemos que defender nuestra fuerza de trabajo, nuestra industria, nuestro esfuerzo”, afirmó Torres, marcando una posición firme en la disputa por un nuevo federalismo.
El gobernador chubutense cerró su intervención con un llamado a reconstruir el contrato social y económico entre Nación y regiones productoras: “Tenemos la responsabilidad moral de poner esta discusión sobre la mesa. Porque generamos la mitad de las divisas que necesita la Argentina. Y eso nos da derecho a exigir un país que no nos dé la espalda”.
“El país funciona con lo que produce la Patagonia”
Weretilneck hizo hincapié en el rol económico fundamental que tiene la región. “Todo el sistema energético nacional, nuestro país, funciona y existe por lo que produce la Patagonia”, aseguró.
Al respecto, agregó: "Proveemos el 98% del gas, el 97% del petróleo, y cerca del 30% de la energía eléctrica generada en el país. Y sin embargo todavía tenemos localidades enteras esperando factibilidad de gas. Esta obra viene a reparar parte de esa deuda”, remarcó el mandatario rionegrino ante gobernadores, intendentes, legisladores y funcionarios que colmaron el Salón de los Constituyentes en la Casa de Gobierno de Chubut.
Weretilneck puso el foco en una contradicción central: la región que sostiene al país en materia energética es, a menudo, la última en recibir las obras necesarias para mejorar la calidad de vida de su gente. “Lo que estamos buscando es que, con nuestro propio gas —que no le pedimos a nadie—, podamos garantizar el crecimiento de nuestras poblaciones”, enfatizó.
Servicios para la gente
La ampliación del gasoducto beneficiará particularmente a la zona cordillerana rionegrina, incluyendo a San Carlos de Bariloche, El Bolsón, Ñorquincó, Comallo, Ingeniero Jacobacci y Pilcaniyeu. “Toda la zona oeste de la provincia tiene una demanda insatisfecha muy grande. Esta obra es clave para garantizar no solo condiciones de vida dignas, sino también el crecimiento”, explicó Weretilneck, al recordar que la Patagonia es una de las pocas regiones del país con un crecimiento sostenido, especialmente en la franja andina.
El gobernador también valoró el gesto de sus pares, Nacho Torres y Rolando Figueroa, al destacar que Río Negro no tiene un banco provincial propio desde la crisis de 1995, lo que impidió aportar al financiamiento inicial con recursos propios. “Esta primera instancia de financiamiento se hizo a través de los bancos de Chubut y Neuquén. Acompañamos y valoramos profundamente la decisión de los dos gobernadores. Les agradezco, en lo personal y en nombre de todos los rionegrinos”, sostuvo.
Trabajo coordinado
El acto fue un gesto de integración regional. Weretilneck resaltó la “sana tozudez” de Torres para poner el tema del gasoducto en la agenda patagónica desde el primer día, y remarcó que el trabajo coordinado entre provincias es “un hecho visible de muchos otros silenciosos que se hacen todos los días para defender los intereses de la región”.
La ampliación del gasoducto cordillerano contempla la reactivación de tres plantas compresoras que llevaban años abandonadas —una de ellas en Gobernador Costa— y que hoy se pondrán al servicio de la red. La obra, que se financia íntegramente con recursos provinciales, busca romper con años de parálisis e incertidumbre.
“Que nuestras vecinas y nuestros vecinos vivan en las mejores condiciones posibles. De eso se trata gobernar”, resumió Weretilneck, con un mensaje directo a Nación: en la Patagonia ya no se espera; se decide, se invierte y se construye.
Más de 12 mil familias beneficiadas en 25 localidades
"Durante décadas nos dijeron que si a la Argentina le iba bien, a la Patagonia también. Hoy podemos decir que si a la Patagonia le va bien, a la Argentina le va bien”, afirmó Figueroa, ante un auditorio colmado de intendentes, legisladores y funcionarios de Chubut, Río Negro y Neuquén.
La obra permitirá incorporar más de 12.000 nuevas conexiones domiciliarias de gas en 25 localidades cordilleranas, muchas de ellas ubicadas en zonas donde el frío golpea fuerte y la falta de factibilidad energética limitaba tanto la calidad de vida como el desarrollo económico.
Entre las localidades beneficiadas en Neuquén se destacan Villa La Angostura, San Martín de los Andes y Junín de los Andes, cuyos intendentes estuvieron presentes en el acto. “Esta es una reivindicación histórica. Nuestros vecinos viven en la cuna del gas y todavía no pueden conectarse. Eso duele”, expresó Figueroa.
La energía como libertad y motor de desarrollo
Para el gobernador neuquino, la obra no solo es relevante en términos técnicos: representa un gesto de autodeterminación energética y política. “Hoy la verdadera libertad viene del lado de nuestra energía. Lo que más nos da autonomía es el gas, la electricidad, los recursos que producimos nosotros mismos”, afirmó.
Figueroa subrayó que Neuquén está creciendo cuatro veces más que el promedio nacional y que su Producto Bruto Geográfico ocupa ya el cuarto lugar del país. “Pero esto no lo hacemos solos: lo hacemos con el complemento de lo que produce el resto de la Patagonia. Somos una región que empuja en conjunto”, aseguró.
Un mensaje para la Nación: menos grieta, más soluciones
El gobernador también aprovechó la ocasión para contrastar el trabajo articulado entre provincias con el clima político nacional. “Mientras en Buenos Aires se pelean, nosotros estamos acá, lejos de la Capital, resolviendo los problemas reales de nuestra gente”, sostuvo.
Y agregó: “La ciudadanía lo que nos pide es que resolvamos. ¿De qué sirve una mirada tan distante y miope sobre la Patagonia si nuestros vecinos siguen sin gas, sin energía, sin oportunidades?”.
Visión geopolítica
Figueroa dedicó además un pasaje clave de su intervención a destacar la figura del rionegrino Weretilneck, a quien consideró “un estadista” por su decisión de disputar con Buenos Aires la instalación de una planta de GNL en un puerto patagónico.
“Exportar nuestro gas desde la Patagonia es un acto de soberanía. Esa mirada estratégica solo la tienen quienes piensan más allá del corto plazo. Yo me siento orgulloso de acompañar ese camino”, concluyó.
