BUENOS AIRES - El lanzamiento de un frente impulsado por el senador Fernando "Pino" Solanas sirvió el jueves para mostrar cómo la candidatura presidencial de Cristina Kirchner continúa sumando apoyos incluso entre quienes la enfrentaron cuando era jefa del Estado. Pero no solo eso: también le permitió a su hijo, el diputado Máximo Kirchner , lanzar un nuevo desafío al Fondo Monetario Internacional : "Van a tener que esperar; primero tenemos que poner adelante la enorme deuda interna que está generando este gobierno".

En el aula magna de la Facultad de Medicina de la UBA, Solanas reclamó "la unidad" de todo el peronismo, en un mensaje por elevación a Roberto Lavagna, Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey. Por ello, con un cartel detrás de su recién lanzado "Gran Frente Patriótico, sin exclusiones", exclamó que "no cabe duda de que el enemigo principal es Cambiemos y Mauricio Macri".

Desde las gradas bajó un grito de guerra, tomado de Juan Domingo Perón: "¡Al enemigo ni justicia, compañero!". Solanas se incomodó, pero prosiguió su línea discursiva, ahora amigable con Cristina pese a que fue uno de los mayores opositores durante su gobierno.

En un tono justicialista, en el que privilegió "la unidad nacional" y "no dividirse entre los de diferentes palos", Solanas dijo que "las columnas fundamentales de un frente de emergencia y con capacidad de crecer con una montaña de votos las tiene el peronismo".

La presencia de Máximo Kirchner y el discurso del presidente del PJ, Fernando Gray ("Cristina será presidenta", dijo), hicieron descontar a todos que la candidatura de la exmandataria es un hecho.

Hubo 24 oradores para un público de unos 2000 militantes. También un palco con figuras del peronismo, el kirchnerismo y la centroizquierda: Mario Cafiero, Gustavo Vera, Gabriela Cerruti, Gabriel Mariotto, Hugo Yasky, Mariano Recalde, Daniel Filmus, Víctor Santamaría, Andrés Larroque, Gustavo Menéndez, Agustín Rossi, Pepe Albistur, María José Lubertino, Felipe Solá, Daniel Arroyo, Victoria Donda, Claudio Lozano, Alcira Argumedo y Mempo Giardinelli.

En su momento más significativo, Máximo Kirchner exclamó: "No me interesa el humor de los mercados financieros y del FMI; van a tener que esperar en la Argentina: primero tenemos que poner por delante la enorme deuda interna que está generando este gobierno".

También aseguró que "no se pueden seguir pagando las tarifas que se pagan" y señaló que "el primero que se precie de ser gobierno a partir de diciembre debe tener en cuenta que no puede haber aumentos de tarifas en 2020". Pero advirtió que "el congelamiento de tarifas tiene que venir acompañado de paritarias libres para trabajadores" y dijo que para crecer el país "necesita consumo, que genera trabajo". Todos creían estar escuchando las propuestas de su madre.

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