Los ingresos de Chubut se desinflan al compás de la crisis petrolera
En el primer trimestre se perdieron 282 millones de pesos.
COMODORO RIVADAVIA (Por Raúl Figueroa / Especial para ADNSUR) - Los ingresos de Chubut se desinflan al compás de la crisis petrolera, ya que si bien las regalías no son la única fuente de ingresos (se suma a la recaudación propia de impuestos y la coparticipación nacional) significan una variable de importancia.
Según datos del Ministerio de Energía de la Nación, en el primer trimestre de este año las regalías fueron un 19% que las ingresadas en igual período del año pasado, lo que equivale a una pérdida de 18,8 millones de dólares (unos 282 millones de pesos, al cambio actual). En relación al primer trimestre de 2014, último año con precios internacionales altos, la caída es peor: un 32% menos, por lo que la pérdida es de casi 37 millones de dólares, que hoy significarían unos 553 millones de pesos.
Ávila: los petroleros de Chubut negociamos “solos” con las operadoras
La lenta carga de datos oficiales impide todavía saber qué ocurrió durante el segundo trimestre de este año, a fin de poder comparar un semestre completo. Sin embargo, los datos parciales no son muy alentadores. En abril, la producción de petróleo en Chubut volvió a caer en relación al mismo mes del año anterior, según los registros del IAPG (Instituto Argentino del Petróleo y Gas), con una merma del 4,5% de crudo extraído, lo que tendrá su consecuente impacto en los ingresos por regalías (que se pagan sobre cada barril de crudo producido).
Los números entre enero y marzo muestran con crudeza el retroceso de ingresos por regalías petroleras. En ese período, este año la provincia obtuvo 78,6 millones de dólares, frente a los 97,4 millones de dólares ingresados entre enero y marzo de 2015; y un retroceso de 36,9 millones de dólares frente a los 115,5 millones de verdes ingresados entre enero y marzo de 2014.
Si se observan los números totales de los últimos años, también la caída es significativa. En 2015 la recaudación total fue de 380,6 millones de dólares, una merma muy fuerte frente a los 462,1 millones de 2014 ó los 437,6 del 2013. La proyección en 2016 indicaría hoy que al final del año, podría estimarse apenas por encima de los 300 millones de dólares, si es que no se producen bajones más abruptos o conflictos graves como los que siempre están latentes de explotar.
LA DISCUSIÓN SALARIAL
Parte de estos números formarán parte del marco en el que se iniciará la discusión paritaria entre el gobierno de la provincia con el gremio docente y otros sectores de la administración pública (el lunes harán paro los auxiliares de Educación, que reclaman para elevar salarios que hoy se ubican en la parte más baja de la escala provincial, situados en torno a los 7.000 pesos mensuales), mientras el ministro de Economía ya anticipó la imposibilidad dar nuevos incrementos salariales, ya que la masa de recursos es inferior hoy a lo que demanda la masa de sueldos y el déficit es creciente.
La economía política exige, además de conocimiento de números y finanzas, manejo de tiempos y una equilibrada asignación de prioridades.
El mismo Estado que tendrá que decir a los trabajadores de las escalas más bajas que no hay posibilidad de incrementar sus ingresos, deberá resolver si destraba el pago retroactivo de jueces que, desde el extremo más alto de la misma pirámide de sueldos, exigen vía judicial –con embargos de por medio- el pago retroactivo de un juicio que ganaron al Estado porque sus salarios estaban atrasados en relación al promedio de sus colegas del resto de la Patagonia. No significa que haya que incumplir una sentencia adversa, pero se tendrá que encontrar mecanismos para que casos como éste no se transformen en un cachetazo al sentido común.
De igual modo, otras prioridades chocarán contra las limitaciones presupuestarias y la caída de recursos. La inseguridad que golpea fuerte a las principales ciudades de la provincia o los problemas cíclicos en el sistema de salud sigue siendo fuente de reclamos y situaciones donde las campañas solidarias muchas veces cubren las falencias.
Aun en retroceso, el petróleo sirvió una vez más con respaldo a la estructura financiera, al presentarse los ingresos por regalías como garantía de la exitosa colocación del bono de 650 millones de dólares que se destinarán a obra pública.
En ese contexto, urge la búsqueda de actividades económicas alternativas. Por ahora, las inversiones eólicas (se desembolsarán alrededor de 1.000 millones de dólares en Chubut, en los próximos 3 años) son una señal saludable, pero no suficiente para la reconversión de una matriz productiva que resulta demasiado vulnerable ante el movimiento de variables internacionales frente a las cuales, la región se resigna al mero rol de espectador.
