La decisión está tomada: colaboradores del intendente Juan Pablo Luque ya trabajan a fondo en el proyecto de enmienda a la Carta Orgánica Municipal, tal como anticipó ADNSUR meses atrás, en un camino legal en el que el actual jefe comunal buscará abrir la puerta para su eventual reelección por un mandato. ¿Cómo es el procedimiento legal para modificar el artículo clave? ¿Alcanza con los votos del oficialismo, o requiere apoyo opositor? La estrategia para mantener el control y ordenar hacia adentro: los nombres que ya suenan para una eventual sucesión en la Intendencia.

Falta mucho para 2023. Y no tanto. En las declaraciones oficiales, cualquier funcionario de gobierno dirá lo que corresponde: “A mitad de un mandato, mucho más en las circunstancias extremas actuales, hablar de un nuevo período de gobierno provoca rechazo en la mayoría de los ciudadanos”. Y es verdad.

Sin embargo, puertas para adentro, hay necesidades políticas que se vinculan con la esencia misma del poder. Y además de gestionar el día a día, en una ciudad con tantos problemas como los de Comodoro Rivadavia, se requiere mantener el control y las manos seguras sobre el timón de una nave siempre compleja.

Parte de esa exigencia no pareció notarse en los dos gobiernos municipales anteriores. Cuando Néstor Di Pierro asumió en 2011, hablaba de un proyecto político “a 12 años” que tendría 4 años después en Carlos Linares, su sucesor natural. Y éste, a su vez, transitó su intendencia con la expectativa de llegar a la gobernación, pero con una proyección natural (más allá de algunos vaivenes) de que su continuador en Moreno 815 sería su vice, Juan Pablo Luque.

Conviene hacer una primera parada en este rápido viaje por la línea de tiempo: Luque aspira, casi con naturalidad, a pelear por la gobernación de Chubut en 2023; pero al mismo tiempo, no se vislumbra hoy, de aquel modo “naturalizado”, a su vice intendente, Othar Macharasvilli, como su seguro aspirante a sucederlo en la Intendencia.

Los caminos de Luque: entre habilitar su reelección y los nombres que se perfilan para sucederlo

Así, el “proyecto enmienda” parece más una jugada para ordenar el equipo político hacia dentro, antes que una aspiración decidida a buscar un segundo mandato.

¿Por qué es necesario modificar la COM, para habilitar una reelección?

Hay que recordar que la Carta Orgánica Municipal, aprobada en 1999, no impide la reelección, por un período, de un intendente en ejercicio. Así lo intentó el recordado doctor Jorge Aubía, en 2003, aunque fracasó en esa jugada contra todos los pronósticos, perdiendo la elección a manos del “inesperado” (con un triunfo electoral que fue sorpresivo hasta para él mismo) Raúl Simoncini.

Luego, en 2007, Martín Buzzi asumió el cargo con una hipotética proyección de dos períodos, pero gozando de la cercanía con el entonces gobernador Mario Das Neves, lo que derivaría en su designación como candidato, gobernador electo luego, en 2011.

El problema para el intendente actual es el artículo 93. El mismo establece que el intendente y el vice duran en su mandato cuatro años, “pueden ser reelectos o sucederse recíprocamente por un nuevo período”. Y a continuación, viene la traba: “Si han sido reelectos o se han sucedido recíprocamente, no pueden ser elegidos para ninguno de ambos cargos sino con el intervalo de un período”.

El análisis legal en el que trabajan en el entorno del intendente es para modificar ese artículo. A diferencia de hace dos meses, cuando se pretendía negar la información que manejó esta agencia desde un primer momento, hoy el análisis no se niega, sino al contrario, se admite como una probabilidad en análisis serio: “Está en estudio, no está definido aún, pero se está evaluando en profundidad”, dicen las últimas líneas de resistencia de un discurso que no podrá sostenerse mucho más, porque empieza a correr en contra del tiempo.

Cómo es el procedimiento: enmienda de dos artículos y posterior referéndum

Técnicamente, la estrategia legal a seguir no apunta hoy a una reforma, sino a una enmienda. La diferencia es substancial. Mientras que en el primer caso sería necesario convocar a una convención constituyente, con un proceso electoral previo para elegir a esos representantes, a fin de trabajar en una modificación integral, el segundo caso propone un camino menos complejo: es posible modificar hasta dos artículos de la Carta Orgánica, pero sin intervención de convencionales elegidos para tal fin. Alcanza con una mayoría especial del Concejo Deliberante, los dos tercios según establece el artículo 160 de la COM, lo que sobre 12 bancas del recinto legislativo representa 8 votos: la misma cantidad de integrantes que el PJ cuenta en la actualidad.

Los caminos de Luque: entre habilitar su reelección y los nombres que se perfilan para sucederlo

Posteriormente, la modificación debe ser sometida a un referéndum, es decir una elección popular en la que la mayoría deberá aprobar o rechazar esas modificaciones.

Uno de los artículos que se busca modificar es el 93. Se apunta a eliminar la prohibición de re elegir a un intendente que antes fue vice, bajo el convencimiento de que quien preside el Poder Legislativo municipal no forma parte del Ejecutivo.

“No se trata de habilitar una reelección indefinida, sino la posibilidad de un segundo período como intendente”, explican quienes trabajan en el estudio de la salida jurídica al problema. Ya se ha expresado en otras oportunidades también: en el equipo de Luque están convencidos de que haber corrido detrás de la pandemia durante la primera mitad de la gestión (todo el año 2020 y la mitad ya transcurrida del actual, más lo que vendrá), ha limitado otras posibilidades de gestión, por fuera de la emergencia.

Hay un segundo artículo a modificar, que podría implicar algún otro aspecto que pueda ser de interés general, aunque en el laboratorio político del oficialismo guardan el secreto bajo varias llaves. Descartada la opción de ampliar la representatividad ciudadana en el Ente de Control de Servicios Públicos, habrá que reservar ese margen para alguna sorpresa.

El tema seguirá siendo por ahora objeto de análisis en mesas reservadas. Como dice un veterano dirigente, “la foto es hoy, pero no hay que olvidar que podés pensar un montón de proyectos, pero de pronto te cae un temporal y se acabó lo que pensabas”.

Municipalizar la elección

De este modo, los plazos corren hacia el proceso electoral que se avecina. Una vez que se anuncie el proyecto de la enmienda, el oficialismo deberá trabajar en el mensaje para convencer a los electores de que aprueben la modificación, lo que se definirá en las elecciones de noviembre: además de elegir diputados y senadores, los comodorenses deberían expedirse en ese turno electoral sobre si aprueban o no la posibilidad de una reelección para el intendente. No sólo para Luque, sino para quienes en el futuro ocupen primero un cargo de vice y luego pretendan el sillón principal.

Los caminos de Luque: entre habilitar su reelección y los nombres que se perfilan para sucederlo

Cuando la proa se dirija oficialmente hacia la meta de la ‘reelección’, las próximas elecciones quedarán con un fuerte grado de municipalización. Hay en ese plano una lectura adicional: la confianza que pregonan en el oficialismo y en el gobierno nacional sobre la buena imagen del actual intendente, según las mediciones de imagen que circulan, podría utilizarse para “traccionar” a favor de los candidatos del peronismo. Si en algún momento se empujó a una “candidatura testimonial” de Luque, una boleta que proponga un “Sí” a su propuesta, dentro de la ciudad con mayor peso electoral de la provincia, podría conllevar un efecto similar, según especulan en algunos despachos.

Claro que el viaje no será un crucero de placer. La oposición ya ha anticipado su voto negativo, tanto a través del presidente del bloque de Juntos por el Cambio, Tomás Buffa, como de Ana Clara Romero y el radical disidente Omar Latanzio.

Ordenar hacia dentro y los nombres que se perfilan para 2023

La última estación en este recorrido se vincula al ordenamiento interno, esbozado al inicio de este análisis. Si hoy Othar Macharashvilli fuera el candidato natural para suceder a Luque, nada de esto formaría parte de los comentarios políticos de la ciudad. Y es que si bien el hombre del sombrero estaría dispuesto a pelear su chance por la Intendencia, esa alternativa no parece ser la opción de preferencia para el actual intendente y su equipo de colaboradores.

No hay que buscar peleas o ‘corto circuitos’. Se trata de una cuestión que algunos atribuyen a una razón “generacional”, o de diferentes visiones, o proyectos políticos. Como sea, sin descartar al actual vice en la pelea de 2023, hay quienes ya imaginan un escenario de carrera silenciosa por la sucesión.

Esa medición estaría dentro del gabinete. De un lado, la figura de Maximiliano Sampaoli, actual secretario de Gobierno. Del otro, Gustavo Fita, secretario coordinador. Nadie admitirá que hay una disputa aspiracional, pero tampoco se niega enfáticamente. Quienes acompañan a Luque desde hace tiempo, creen que por una cuestión de afinidad y estilos, su actual secretario de Gobierno sería un continuador más cercano a lo que él imagina.

Por eso, la enmienda de la COM juega hoy como un elemento ordenador. Para evitar que las disputas internas se cristalicen, quienes conocen los manuales de la política hablan de una necesidad estratégica.

La relación Luque-Arcioni

Un último capítulo se vincularía a la relación del intendente y el gobernador Mariano Arcioni. En el último tiempo pareció volver a carriles de normalidad institucional, luego de un período de fuerte enfriamiento. La clave, creen algunos observadores, es haber corrido del medio, por parte del gobernador,  a su ministro Federico Massoni. Con varios cuestionamientos a la gestión comodorense y un indisimulado intento de Massoni para generar sospechas de vinculación de un área municipal con la denuncia por extorsiones a feriantes de “La Saladita”, la relación pareció encauzarse luego de mermar “el volumen” (del parlante) al verborrágico ministro de Seguridad.

Los caminos de Luque: entre habilitar su reelección y los nombres que se perfilan para sucederlo

“Hoy la relación volvió a los canales institucionales que de nuestro lado nunca se dejaron de lado”, dicen cerca de Luque, en referencia al gobierno provincial. Y recuerdan también, de paso, que fue el comodorense quien se transformó en un pilar fundamental el año pasado, cuando el escribano parecía al borde de un juicio político por los incontables problemas económicos y retrasos salariales que, incluso hoy, mantienen en vilo a los agentes del Estado, aunque con alguna proyección de ordenamiento.

Cosas de la política. Al menos hoy, esa relación transita necesarios carriles de diálogo institucional, a diferencia de lo que se observó desde inicios de este año. Habrá que ver en qué momento, aquella factura se transforma en un activo palpable, con saldo a favor, o si se vuelve una deuda electoral pesada, para aspiraciones futuras, difícil de levantar.  

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