La pesca en crisis: capitanes logran un acuerdo con las cámaras empresariales y se abre una vía para destrabar el conflicto
La CAPIP y la CAPECA anunciaron un entendimiento con la Asociación de Capitanes que permitiría avanzar en la adecuación del convenio colectivo. Aún resta definir la posición de la marinería, pero los empresarios confían en que la solución encontrada se extenderá a todos los sectores.
En medio de la paralización que afecta a la flota pesquera dedicada al langostino en aguas nacionales, las cámaras empresarias CAPIP (Cámara Argentino-Patagónica de la Industria Pesquera) y CAPECA (Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina) anunciaron que alcanzaron un acuerdo con la Asociación Argentina de Capitanes, Pilotos y Patrones de Pesca.
El entendimiento podría ser un paso clave para empezar a destrabar el conflicto gremial, aunque aún resta la definición de la marinería, que sostiene su postura con medidas de fuerza.
Según comunicó la CAPIP en una gacetilla difundida esta tarde, “el entendimiento fue fruto de un trabajo bilateral riguroso, basado en el análisis detallado de los costos de producción y el escenario económico que enfrenta la actividad del langostino congelado a bordo”.
Así lo expresó el presidente de la entidad, Agustín De La Fuente. “Ambas partes coincidimos en que resulta imprescindible preservar la sostenibilidad económica del sector, resguardar los puestos de trabajo y asegurar el ejercicio pleno y efectivo de las funciones de los capitanes de pesca”, añadió el ejecutivo.
Nueva fórmula para liquidar salarios de capitanes
En concreto, se acordó una reformulación del Convenio Colectivo de Trabajo de los capitanes de la flota congeladora, con una nueva fórmula de liquidación salarial.
El esquema se basa en valores de referencia determinados por los precios promedio de exportación informados por la Aduana, con escalas “dinámicas y exclusivamente ascendentes”, lo que –según se indicó– busca dotar de “previsibilidad y equidad al esquema remunerativo, en sintonía con la evolución del mercado internacional”.
Si bien el acuerdo no colma por completo las demandas de las partes, desde el sector empresario se destacó el acompañamiento de la Secretaría de Trabajo de la Nación, que intervino en el proceso como autoridad de aplicación.
Por su parte, el presidente de CAPECA, Eduardo Boiero, expresó su expectativa de que la marinería “adopte una postura semejante, donde prime la razonabilidad y el diálogo para encontrar una solución completa a este conflicto que afecta a más de 5.000 familias”. En ese sentido, consideró que el acuerdo con los capitanes “refleja un compromiso genuino con la racionalidad, la responsabilidad social y la defensa del trabajo argentino”.
Con este primer acuerdo, se abre una instancia que podría derivar en negociaciones más amplias, aunque todavía persisten tensiones en el sector, mientras continúan los días sin actividad efectiva en los principales puertos patagónicos.
