COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - El excesivo nivel de endeudamiento de Chubut sigue dando muestras de la negligencia e irresponsabilidad con la que se emitieron títulos públicos garantizados por regalías petroleras, en tanto no sólo las obras que justificaron esas emisiones no se construyeron, sino que ahora se requieren nuevos fondos para su culminación.

Uno de los casos testigo de esa situación está en el Centro de Encuentro de la zona sur de esta ciudad, que el municipio apunta a concluir a través de un convenio de transferencia desde Provincia. Para esto, la gestión municipal deberá aportar los recursos necesarios para su finalización. Según dijo el intendente Luque la semana pasada, para esto se destinarían parte de los fondos que llegarán a través del llamado “fondo fiduciario”, que es un préstamo que hizo Nación a Chubut, de los que destinó una parte para distribuir entre los municipios.

Préstamo de Nación a Chubut y municipios

Se trata de uno de los préstamos por 5.000 millones de pesos que envió Nación a mediados del año pasado a la provincia, de los que el gobierno de Arcioni destinó un total de 350 millones de pesos a distribuir entre los 27 municipios de la provincia.

En ese reparto, a Comodoro Rivadavia corresponderían 106 millones de pesos, pero hasta el momento sólo arribó la mitad, según indicó el mismo jefe comunal, por lo que planteó el reclamo para que Provincia complete el envío del monto comprometido.  Aún así, ese monto, que luego deberá ser restituido por el municipio ante Nación, quedará a mitad de camino de lo que se requiere para concluir la obra.

¿Cuánto se necesita para terminarla? Un informe presentado ante el Concejo Deliberante en abril de 2020 dio cuenta de que se requerían, en ese momento, 184 millones de pesos para la finalización, por lo que al momento de llamar a licitación habrá que actualizar ese valor, a partir de la inflación acumulada en el último año, que no es inferior al 36 por ciento. Es decir, habría que sumar al menos otros 66 millones de pesos, lo que eleva los recursos necesarios para terminar la obra a alrededor de los 250 millones de pesos.

El origen de las deudas en dólares
 
El BODIC 1, por 220 millones de dólares ya cancelados, había sido emitido en 2013 por el gobierno de Martín Buzzi. Un año después emitió el BODIC 2, por un monto de 89 millones de dólares, que se está terminando de pagar durante este año, con el que se iban a construir “dos hospitales”.

El BOCADE y el BOPRO, por 650 y 50 millones de dólares, respectivamente, fueron emitidos por el tercer gobierno de Mario Das Neves. El primero forma parte de la deuda reestructurada para este año y el próximo, extendiendo los vencimientos hasta 2030.

En estos casos ni siquiera había un listado de obras específicas para ejecutar. Pese a que la Constitución Provincial prohíbe el endeudamiento para gastos corrientes, la mitad de ese monto se utilizó para cancelar deuda con proveedores, mientras que un 15 por ciento se distribuyó entre los municipios (que finalmente también fueron autorizados a usar los fondos en gastos corrientes) y el resto para obras que nunca fueron determinadas.

Lo “bueno” de que no haya listado de obras a medio camino entre terminar y demolerse, si cabe la ironía, es que al menos no habrá que seguir tomando deuda para terminar lo que ni siquiera llegó a empezarse, mientras toda una provincia vive condenada a pagar deuda en dólares y en pesos, en principio hasta el año 2030.

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