En la Argentina de hoy vemos una disociación entre aspectos vinculados a la construcción de poder, el poder en términos generales, la política en particular y la sociedad. Este fenómeno se ha visto explicitado y expuesto durante la pandemia a raíz del alto nivel arbitrariedad e incapacidad de quienes nos gobiernan para pregonar con el ejemplo.

Estas recurrentes licencias que la política se ha tomado con respecto al resto del conjunto de los ciudadanos provoca un sisma, en una ruptura que terminó por convertir a actores pasivos en activos. El ciudadano empezó a empoderarse y a tomar otros roles. Algunos ejemplos podemos verlos dentro de la sociedad civil en organizaciones como “Vacuname” o “Padres organizados”, vinculadas a los efectos que la pandemia provocó en los mas chicos.    

Hoy estamos frente a un nuevo escenario: probablemente el peronismo ni siquiera unificado termine por ser exitoso en términos electorales. Ya no alcanza con todo el peronismo junto y en el poder para garantizar su continuidad. También es cierto que al peronismo en el poder le toca una situación de crisis profunda. Tal vez comparable con lo vivido entre 1989 y 1991 para tomar una referencia. 

En consecuencia estamos frente a una enorme incertidumbre e imprevisibilidad para el día después a las elecciones, con un gobierno que implosionó en las PASO, no terminó de recuperarse y consolidó un gabinete de transición en donde fue a buscar a “viejos conocidos” para al menos garantizar algo de gestión. Todo después de una pandemia en donde mostraron a todas luces ineficacia.

Elecciones, el día después: incertidumbre, imprevisibilidad y oportunidades

Argentina está camino a un escenario electoral con consecuencias impredecibles, un poder político que se repiensa y coaliciones -tanto la del gobierno como la de Juntos por el Cambio- que también tendrán un rediseño a partir del día después de a los comicios.

En la oposición, en tanto, el PRO ya parece mermar el alto grado de hegemonía de otros tiempos. Probablemente este lugar que ostentó en el pasado empiece a ser discutido por el radicalismo y otros actores en las diferentes jurisdicciones. Esta coalición podría a futuro no tener dueños, que es lo que tuvo hasta aquí, pero sí empezar a construirse con pares. Allí está su desafío a futuro para consolidar una oferta superadora y una alternativa en términos de poder.

Elecciones, el día después: incertidumbre, imprevisibilidad y oportunidades

En el caso del oficialismo veremos qué peronismo queda: los pasos futuros del presidente Alberto Fernández, el rol que cumplirá la vicepresidenta Cristina Kirchner, cuántos de los protagonistas hoy en escena siguen ocupando este lugar o cuántos vuelven a emerger en los próximos dos años de gobierno.

¿Será la CGT un salvo conducto? ¿La liga de gobernadores que se reflote? ¿Tendrá el gobierno una diáspora tanto por izquierda como por derecha? ¿Los Berni hacia un lugar y La Cámpora hacia el otro? 

Son todos enigmas que solo el tiempo develará.  En el medio estamos frente a una sociedad que de cara al futuro probablemente no elija solo a los que administran, los que gestionan o tengan método, sino a los que inspiren, despierten algo y recobren expectativa y esperanza de futuro. 

Paulino Rodrigues es un politólogo y periodista argentino. Escribe una columna para el MDZ Online y actualmente trabaja en La Nación +.

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