El PJ de Neuquén en crisis: fracasó el intento de armar un frente electoral rumbo a octubre
En un congreso atravesado por divisiones internas, el justicialismo neuquino no logró consensuar una estrategia común y sigue sin una hoja de ruta clara para las elecciones legislativas nacionales.
El Partido Justicialista de Neuquén atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia reciente. En un congreso realizado en la ciudad de Zapala, con la presencia de 57 congresales de toda la provincia, no se alcanzó el consenso necesario para conformar un frente electoral de cara a las elecciones legislativas nacionales de octubre. La fractura entre sectores tradicionales y los que exigen una renovación profunda quedó en evidencia, dejando al PJ sin estrategia común ni liderazgo claro.
El encuentro, que contó con veedores judiciales y escribana, aprobó por unanimidad los primeros puntos del orden del día, entre ellos la conformación de la Junta Electoral y la convocatoria a elecciones internas para el 15 de marzo de 2026. También se avalaron el balance y la memoria partidaria. Sin embargo, el momento clave llegó al debatir la estrategia electoral. Fue entonces cuando afloraron las diferencias irreconciliables entre los espacios liderados por Óscar Parrilli y Darío Martínez, y otro sector que exige un peronismo más representativo de la militancia y no de las cúpulas.
La propuesta de Parrilli y Martínez para armar un frente electoral fue duramente cuestionada y finalmente rechazada. Desde la vereda opuesta, acusaron a ambos dirigentes de buscar acuerdos "funcionales a su supervivencia política" y no de construir una verdadera mayoría con vocación de poder. Según indicaron los opositores internos, la idea de frente no fue acompañada por un programa serio ni por una apertura real a nuevas voces y liderazgos.
“La interna será el momento para dirimir el modelo de partido que queremos: uno que represente al pueblo o que siga siendo un club exclusivo para las familias del poder”, afirmaron desde el sector que reclama una renovación del PJ neuquino. Esa definición se perfila como el nuevo eje de disputa que marcará los próximos meses, con un peronismo aún fragmentado y sin una estrategia clara para las legislativas nacionales.
El rechazo al frente electoral implica que, por primera vez en años, el justicialismo neuquino podría enfrentar los comicios de octubre sin una estructura unificada, quedando en desventaja ante otras fuerzas políticas que ya trabajan en sus campañas. A pesar del crecimiento de algunos sectores internos, el partido no logra superar viejas disputas ni proyectar una alternativa sólida en el escenario provincial.
Así, el PJ neuquino se encamina hacia una interna caliente en marzo del 2026, sin una conducción que logre ordenar el debate ni una propuesta que entusiasme a la militancia.
