COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - Una vez realizada la renovación de autoridades del Banco del Chubut, que fue demorada durante varios meses, finalmente quedan más dudas que certezas, y hay instalada una gran incertidumbre desde lo institucional en un organismo clave para la provincia. La incógnita pasa nada menos que por los dos cargos más importantes, y recién el próximo 22 de julio, cuando se retome la asamblea después del último cuarto intermedio, quizás se pueda saber de una vez quiénes están al frente de la entidad.

El inconveniente que se suscita por estas horas es doble: por un lado, porque la oposición en la Legislatura se niega a tratar el pliego enviado por el gobierno para que Julio Ramírez renueve su mandato como presidente, que tiene vencido hace más de seis meses, desde el 8 de enero. Y segundo, porque no se sabe qué va a ocurrir con el designado como reemplazante de Pablo Das Neves por parte del gobierno, el madrynense Federico Comes, quien se rumorea que no aceptaría el ofrecimiento.

El caso de Ramírez genera debates entre diputados de la oposición y abogados especialistas en la materia. Para algunos, la falta de una designación con acuerdo legislativo no permitiría que pueda ejercer con normalidad su rol de presidente, que está vencido y no fue renovado. Para otros, esto está previsto en la Ley que regula el funcionamiento de las Sociedades Anónimas, que estipula que mientras no haya sido designado un reemplazante en su lugar, puede seguir en el cargo, para evitar la acefalía.

Lo que está claro es que es una desprolijidad, que no queda bien a los ojos del Banco Central, porque el gobierno se demoró mucho tiempo en confirmar el nombre de Ramírez que podría haber resuelto en el verano pasado, pero en ese momento se estaban cerrando las listas de candidatos del arcionismo para las elecciones abril, y la suerte del presidente quedó en suspenso junto a la de Pablo Das Neves.

Finalmente, el gobernador resolvió renovarle la confianza a Ramírez, pero no al hijo del ex gobernador Mario Das Neves, quien después de muchos rumores terminó confirmando su salida el pasado 1° de julio. Pero en otra desprolijidad más, los representantes del gobierno -que es el accionista clase A-, enviaron la manda a la asamblea para que el lugar de director y vicepresidente  sean ocupados por Comes.

Sin embargo, el empresario de la construcción no se hizo presente en el banco para asumir el mandato y hay fuertes versiones de que no va aceptar, por lo que en este impasse de incertidumbre, Pablo Das Neves sigue yendo a trabajar a su puesto como vicepresidente hasta que se oficialice el próximo 22 de julio -cuando se retome la asamblea-, el nombre del nuevo director, que se sumará a los de Leonardo Aquilanti y Dante Corchuelo Blasco por el Poder Ejecutivo.

Lo que desde adentro mismo de la institución no se entiende es cómo el gobierno demoró tanto en enviar a la Legislatura el pliego de Ramírez, y peor aún, cómo mandó a la asamblea el nombre de un nuevo director al que evidentemente nunca se había consultado y del que no tenían el consentimiento. Idas y vueltas que no hacen bien a la imagen de la entidad, que es nada menos que el agente financiero de la provincia, justamente en momentos en que sale al mercado el bono del Ticadep para pagar la deuda con los proveedores, y en los que la provincia pretende salir a refinanciar la deuda en dólares que tiene con acreedores del resto del país y del mundo.

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