CÓRDOBA - El gobernador Juan Schiaretti obtuvo este domingo una victoria contundente en Córdoba, con una diferencia histórica de 36 puntos sobre el segundo, el radical Mario Negri. El frente encabezado por el peronismo logró además arrebatarle al radicalismo la ciudad capital, un histórico bastión de ese partido, que compitió dividido en las elecciones.

Con el 89,45% de las mesas escrutadas, Schiaretti obtenía el 54,20% de los votos frente al 17,76% de Negri y el 11,02% de Ramón Mestre.

Cuando subió al escenario a celebrar el triunfo del peronismo, el mandatario provincial evitó proyectar el resultado a la disputa nacional, pero envió mensajes a Mauricio Macri y a Cristina Kirchner. "No queremos la grieta, que tanto daño le hace a la Argentina", expresó. A la vez, elogió la "moderación", la libertad de prensa y la división de poderes, y defendió la necesidad de tener un "peronismo republicano", un mensaje diferenciador frente a las propuestas lanzadas desde el kirchnerismo para reformar la Constitución y el Poder Judicial.

Juan Schiaretti obtuvo la reelección con un amplio triunfo en las elecciones de Córdoba

En el sector del peronismo no kirchnerista anhelan que Schiaretti sea el constructor de una alternativa a Cristina Kirchner. El kirchnerista José Luis Gioja elogió, en cambio, la "unidad" del PJ para enfrentar a Cambiemos.

Desde el escenario de los festejos, el gobernador recordó a su amigo y exsocio político José Manuel de la Sota, quien murió en septiembre pasado. "Seguiremos gobernando con nuestro modelo, que establece que primero hay que tener equilibrio fiscal. Si los gobiernos no tienen equilibrio fiscal, las sociedades entran en dificultades".

Además, dijo que solo tomaron deuda para hacer obra pública. "Nosotros no defaulteamos la deuda ni siquiera cuando la Argentina la defaulteó; somos como proyecto político la expresión de un Estado que no es una carga para el sector privado, pero reivindicamos también la presencia de un Estado fuerte como garante de la justicia social".

Schiaretti blindó la elección respecto del contexto nacional. Figura clave de Alternativa Federal, la victoria eleva su voz como "armador" del espacio, hoy tensionado por las diferencias entre los precandidatos presidenciales Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey, que quieren resolver la fórmula final del frente a través de las PASO, y Roberto Lavagna, que busca ser ungido candidato de consenso y se mueve cerca del cuarto socio fundador de la mesa, Miguel Pichetto.

LECTURA PROVINCIAL 

Pero ayer Schiaretti provincializó su triunfo. No lo usó para potenciar ese segmento, salvo cuando destacó la "moderación" como herramienta para gobernar por sobre aquellos que buscan profundizar "la grieta" para ganar elecciones.

Respecto de que los resultados locales no son termómetro nacional, los comicios de 2015 le dan la razón: ese año las PASO presidenciales las ganó en este distrito José Manuel de la Sota; las elecciones municipales fueron para Mestre, y las provinciales, para Schiaretti. Macri, finalmente, se alzó con una clara victoria en las elecciones de octubre y el ballottage.

Schiaretti no mencionó a sus compañeros de ruta del peronismo federal; solo agradeció en general las felicitaciones recibidas. Desde su círculo íntimo ratificaron a La Nación que sigue "convencido" de que se debe generar un tercer espacio que rompa la polarización entre Macri y Cristina Kirchner. También insistieron en que el mandatario mantiene su decisión de no negociar con la expresidenta y que sostiene que Roberto Lavagna (quien anoche lo llamó) debe competir en las internas.

Para el macrismo, el reelegido gobernador es el "garante" de que el peronismo no kirchnerista se mantendrá lejos de Unidad Ciudadana. Ayer, Negri apuntó que "hasta Aníbal Fernández" avaló a Schiaretti. Tanto él como Mestre "pegaron" al gobernador al kirchnerismo durante la campaña. Los números muestran que los votos (17%) que en 2015 fueron al candidato kirchnerista Eduardo Accastello esta vez pasaron a Hacemos por Córdoba.

Los kirchneristas decidieron dar de baja su lista provincial, una decisión que atribuyeron a Cristina Kirchner. Pero hasta hace dos meses acusaban a Schiaretti de "ser lo mismo" que Macri. Ayer, desde el escenario de los festejos, Alejandra Vigo, legisladora electa y esposa del gobernador, buscó despejar las dudas sobre su salud: "Jugar con la salud de Juan Schiaretti, que además de ser candidato es el gobernador de la provincia, produce zozobra en la población. Y ellos lo saben. Está más fuerte que nunca", se quejó.

También apuntó contra Elisa Carrió, sin nombrarla, cuando criticó a quienes habían llegado a la provincia para hacer "campaña sucia". Los schiarettistas explican el triunfo sobre un trípode de razones: la buena gestión de su líder pese a la economía en crisis, los votos que se llevaron del kirchnerismo y la fractura de Cambiemos.

EFECTO EN LA UCR 

El tercer puesto de Mestre golpea al radicalismo "rebelde", que reclama una rediscusión del rol de la UCR dentro de Cambiemos. "Perdimos y perderemos muchas elecciones, pero nunca vamos a perder nuestros principios", afirmó Mestre, y aseguró que avanzaron "convencidos con nuestra identidad partidaria; resignamos poder, pero no transigimos principios".

El todavía intendente de la capital cordobesa adelantó, de cara a la convención nacional de la UCR, que "desde Córdoba intentamos dialogar". Y advirtió: "Me hago cargo de lo que no supimos consensuar. Pido disculpas pero espero que en Buenos Aires tomen nota de que alentar las diferencias siempre nos debilita".

Por su parte, Negri dijo que "las derrotas se asumen y no se lamentan" y enfatizó que en su campaña dijo "la verdad de lo que pensamos". "De eso no renegamos. Un porcentaje de los cordobeses coincidió con nosotros", agregó.

El diputado nacional admitió que en lo personal no tiene "nada que festejar", pero buscó desdramatizar la dura derrota: "No se cae el mundo; tampoco pensamos renunciar a nuestro pensamiento". Carrió estuvo ayer con Negri una vez más y tampoco hizo una autocrítica sobre las causas del magro resultado conseguido.

Cuando le preguntaron si deberían haber venido más ministros nacionales, respondió con una ironía filosa: dijo que al titular de la cartera de Interior, Rogelio Frigerio, "solo se lo ve con gobernadores peronistas". Carrió, que durante la campaña cordobesa fue criticada por un exabrupto sobre De la Sota, también buscó desdramatizar el resultado.

"La única ganadora soy yo, que llevo 40 años en política y soy la peor de todas", deslizó en el escenario que compartió con Negri.

Fuente: La Nación 

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