RAWSON (ADNSUR) - El economista y abogado Facundo Ball explicó que, por efecto del derrumbe del precio internacional del petróleo que se produjo en los últimos días, se observará una caída de ingresos por regalías en Chubut del 60% en relación con los ingresos de fines de 2019, y analizó que los efectos se sentirán también en la recaudación tributaria.

Diagnosticó que la deuda pública entrará en una situación de insostenibilidad y avizoró que parte de las soluciones pasan por la reestructuración consensuada de la deuda. Y, de manera complementaria, con un cambio en las variables fundamentales de la economía de la provincia.

En este marco, para que la economía local no estuviera tan afectada como actualmente, afirmó en una entrevista, Chubut debería haber creado un fondo anticíclico con parte de los 4.000 millones de dólares, aproximadamente, que ingresaron en los últimos diez años por regalías petroleras.

¿Cuándo y cómo van a empezar a verse los efectos del último derrumbe del precio internacional del petróleo en los ingresos de Chubut?

Los efectos de la caída del precio del petróleo se ven en dos esferas: en el frente fiscal y en la producción del petróleo. Por supuesto que ambos elementos se interrelacionan, porque las regalías en principio caen por los precios bajos, pero también por la caída de la producción, como consecuencia de la reducción de la demanda mundial. Es decir, hay un efecto precios y un efecto cantidad. Ambos efectos generan menos regalías para el Estado. El proceso de reducción de precios empezó en enero. La caída drástica es más reciente, pero en enero y febrero ya venían cayendo los precios y, por lo tanto, las regalías. Si bien entonces empezó en enero, a partir del mes próximo se va a ver la caída drástica de ahora. Estimo que, en el próximo ingreso, las regalías van a caer un 60% respecto de lo que venía ingresando a fin de año. Las consecuencias de unas regalías tan bajas van a ser que la deuda entre en un proceso de insostenibilidad. Es decir que la deuda vea afectada su capacidad de repago. De mayo en adelante hay vencimientos por 883 millones de dólares. Pero a un precio internacional en torno a lo que está hoy, en 20 dólares el Brent, la garantía del fideicomiso de deuda del BOCADE, que es casi toda la deuda -porque las otras deudas están en su último tramo-, no asegura ya un repago. A estos precios del petróleo, los ingresos de regalías van a ser inferiores a los vencimientos de deuda que quedan. Además, el principal efecto es sobre las regalías, pero también sobre la recaudación tributaria provincial, porque al haber una menor actividad petrolera, la Provincia también va a recaudar menos impuestos provinciales. Pero también de todas las otras actividades relacionadas con el petróleo que van a ver afectado su nivel de actividad económica. Entonces van a tributar menos, y va a recaudar menos la Provincia también. 

¿De qué manera, revisando el pasado próximo, podrían haberse evitado en Chubut la mayoría de las consecuencias de la crisis derivada de la pandemia?

Como hacen muchos de los países dependientes de las commodities. Nosotros somos dependientes de un commodity en particular, que es el petróleo. ¿Cómo hacen muchos países? Bueno, deberíamos haber creado un fondo anticíclico con los excedentes de la renta extraordinaria de las regalías petroleras. En los últimos diez años hubo ingresos por regalías de 4.000 millones de dólares, con un promedio anual de 400 millones. Pero lo que caracteriza a las regalías es una alta variabilidad: cambian mucho de un año a otro. Entonces una gestión responsable de las finanzas públicas requería una política pública de creación de un fondo anticíclico. No es una sorpresa que el precio del petróleo varíe mucho. Y es una variable exógena de nuestra economía, por lo que habría que haber estado preparado. No es nada innovador lo que estoy diciendo: es lo que hacen otras economías serias. Y para nuestra provincia no es una novedad este nivel de precio internacional: fueron precios que hubo en 2001, 2002, 2003. Un fondo anticíclico hoy podría estar no solo asegurando y cumpliendo las funciones básicas del Estado, sino que además podría estar asistiendo al sector privado, que es el que más necesita asistencia ahora por efecto de la cuarentena. La asistencia al sector privado la está haciendo el Estado Nacional, y nada del Estado Provincial.

¿Qué debería hacer mientras y después de la crisis del coronavirus la Provincia? Por ejemplo, ¿refinanciar la deuda? ¿Planificar la modificación de la matriz productiva local?

Tiene que acelerar un proceso de reestructuración de la deuda. Para reestructurar tiene que iniciar un proceso de negociación con los tenedores, por lo menos del 75% del capital de la deuda. Debería ofertar la modificación de la fecha de vencimiento, de los montos del capital, las tasas de interés que se utilizaron. Porque si no es de mutuo acuerdo, sería el peor de los escenarios un default. Pero reestructurar la deuda es una condición necesaria pero no suficiente. No alcanza con eso. Incluso con una renegociación exitosa no alcanza si no cambian las variables fundamentales de la economía de la provincia, como el gasto público, la estructura tributaria, el tamaño del Estado, y reglas fiscales, como por ejemplo que los gastos no crezcan a una tasa porcentual por arriba del crecimiento de los ingresos. Si no será un alivio transitorio, nada más.

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