Violento asalto en la Patagonia: ataron y amenazaron a una empleada en un comercio céntrico
Una vendedora fue atada y amenazada en un comercio del bajo neuquino, pero su rápida reacción permitió que la policía atrapara a los ladrones antes de que escaparan.
Un violento asalto sacudió el bajo neuquino el pasado miércoles, cuando dos delincuentes ingresaron a un local de ropa, ataron a la empleada y comenzaron a vaciar el negocio. Sin embargo, una simple llamada perdida terminó frustrando el robo y permitió la captura de los sospechosos.
Un golpe planificado en plena tarde
El atraco ocurrió cerca de las 18 horas en "Ramona", un local de indumentaria femenina ubicado en Perito Moreno al 300, entre Chubut y Santa Cruz. La vendedora, que se encontraba sola, notó actitudes sospechosas en los dos hombres que ingresaron fingiendo ser clientes. Aunque intentó mantenerse tranquila, su instinto la llevó a tomar una decisión clave.
Mientras los ladrones sustraían prendas y amenazaban con violencia, la joven logró hacer una llamada silenciosa a la dueña del local, Jazmín. Ese detalle marcaría la diferencia.
El plan que no salió como esperaban
Al notar que la empleada se comunicó con alguien, los delincuentes la redujeron y la ataron de manos y pies en el baño. Pero su maniobra ya había surtido efecto: la dueña del negocio, al ver la llamada perdida, revisó las cámaras de seguridad y confirmó lo que temía.
"Cuando vi la filmación, llamé a la Policía de inmediato", contó Jazmín, aún conmocionada. Los vecinos salieron a ver qué pasaba, pero nadie se animaba a intervenir ante el temor de que los asaltantes estuvieran armados.
La detención y los antecedentes de los delincuentes
Gracias al rápido accionar policial, los ladrones fueron capturados antes de que pudieran huir. Jazmín relató que uno de ellos tenía pedido de captura y ambos contaban con antecedentes.
"En menos de 24 horas hubo tres robos en la misma cuadra. Esto es tierra de nadie", denunció la comerciante. Indignada por la inseguridad, publicó un video en redes sociales donde se ve a los asaltantes en plena acción.
Si bien la empleada no sufrió lesiones físicas, el trauma por la situación fue enorme. “Fue muy fuerte para ella. No la lastimaron, pero le gritaron y amenazaron todo el tiempo”, lamentó Jazmín.
