Una mujer denunció a un juez patagónico por incumplir con la cuota alimentaria y quedarse con todos los bienes
Una mujer denuncia que lleva más de un año sin recibir la cuota alimentaria por parte de su ex pareja, un juez neuquino. Asegura que quedó en la calle con sus hijos y que hoy no puede sostenerse con su sueldo.
Una mujer denunció públicamente que su ex pareja, un juez del Poder Judicial de Neuquén, lleva más de un año sin asumir su responsabilidad de pagar la cuota alimentaria correspondiente a uno de sus hijos. La causa se tramita en un Juzgado de Familia desde mediados de 2024, pero hasta ahora no se ha fijado el monto que el magistrado debe abonar, a pesar de sus ingresos comprobables.
La mujer explicó que tuvo dos hijos durante su relación con el juez y que, tras una separación definitiva en 2022, intentó retomar un acuerdo económico previo que había sido homologado por la Justicia tras su primera ruptura. Sin embargo, la jueza Adriana Luna determinó que el contexto familiar había cambiado y que era necesario fijar una nueva cuota, ya que uno de los hijos actualmente vive con su padre.
Una audiencia fallida y una vida en deuda
En mayo pasado se celebró una audiencia de conciliación entre las partes con representación legal. El intento de acuerdo fracasó: el juez, según relata la denunciante, se negó a aceptar el monto propuesto alegando: “Yo esa plata no la tengo”. De este modo, la causa deberá ir a juicio, un proceso que podría prolongarse aún más.
Mientras tanto, la mujer sostiene económicamente sola a su hijo menor, quien no quiere tener contacto con su padre desde hace más de tres meses, según afirmó. “Él no quiere ir a comer ni dormir a su casa”, contó, pese a que no existen restricciones judiciales que impidan la vinculación.
“Me dejó en la calle con mis hijos”
La denunciante aseguró que tras la ruptura, el hombre se quedó con todos los bienes y pertenencias familiares. “Nosotros quedamos en la calle. Él se quedó con absolutamente todo y yo quedé en una desventaja económica bastante importante”, expresó con angustia.
Para poder alquilar un lugar donde vivir, tuvo que pedir ayuda externa, ya que su sueldo no alcanza para cubrir los gastos. A esto se suma una orden judicial vigente que le prohíbe al juez ejercer actos de violencia e intimidación, en el marco de una denuncia previa realizada por ella.
Miedo, vulnerabilidad y la necesidad de hablar
La mujer señaló que recién ahora se anima a hacer pública la situación, después de trabajar emocionalmente con su terapeuta. “Siempre le tuve miedo. No estaba en condiciones emocionales de afrontar esto antes”, reconoció.
“Me cuesta entender que después de un año yo siga demandando lo mismo a una persona que tiene ingresos. Estoy endeudada y él no paga nada”, reclamó, visiblemente frustrada. Además, no pudo seguir pagando su terapia desde hace más de un mes debido a las dificultades económicas.
Con información de LMN.
