Tensión y alerta por una nueva amenaza de tiroteo en una escuela de Comodoro: "Fue por Instagram"
La difusión de mensajes amenazantes en redes sociales movilizó a las autoridades y generó temor entre los alumnos y los padres
Este miércoles se conocieron detalles de una grave situación que puso en alerta a la comunidad educativa de Comodoro Rivadavia por una amenaza de tiroteo en la Escuela N.º 745 del barrio José Fuchs.
Según pudo conocer ADNSUR, estudiantes, profesores, directores y padres vivieron momentos de tensión y pánico tras detectarse mensajes intimidatorios en redes sociales que advertían sobre un posible ataque armado dentro del establecimiento.
ORIGEN Y DIFUSIÓN DE LA GRAVE AMENAZA
La amenaza comenzó a circular desde el jueves anterior a través de una cuenta de Instagram, que indicaba día y hora para un supuesto tiroteo en la escuela. La información llegó a los profesores mediante una captura de pantalla enviada por una docente.
El profesor Jorge Ríos explicó que “fue desde el jueves pasado. Comenzó a circular desde una cuenta de Instagram donde se decía que iba a ser un tiroteo en la Escuela 745, donde había día y hora. Esa información nos llegó por una captura de una profesora, que nos la mandó al grupo de profesores. Nosotros, el lunes, la amenaza era para el martes, vinimos y no sabíamos cómo iba a seguir ni qué se dijo sobre esa situación”.
Ante la preocupación creciente, los delegados docentes presentaron una nota el lunes solicitando que se informe a toda la comunidad educativa, no solo a los profesores sino también a los padres, muchos de los cuales decidieron no enviar a sus hijos a la escuela debido a la viralización de la amenaza.
“Como delegados, siendo las 11 de la mañana, presentamos una nota para que se nos brinde la información a toda la comunidad, no solo a los profesores, sino a los padres que estaban preocupados. El lunes se presentaron muchos padres a consultar qué medidas se tomaron desde la escuela porque decidieron no mandar a sus hijos por la viralización de esta captura de pantalla. Hasta el lunes no teníamos nada", señaló Ríos.
Posteriormente, el docente afirmó que “se había hecho la denuncia al Ministerio Público Fiscal, que es lo que corresponde. La solicitábamos para que se pueda investigar, si no no se iba a investigar nada”.
“Se dijo que el martes se iba a juntar a todos los estudiantes en el SUM de la entrada y hablar sobre la situación. También pedimos que se explique en la página oficial de la escuela la decisión que tomó la institución, no solo para los estudiantes sino para toda la comunidad", agregó.
LA RÁPIDA RESPUESTA DE LAS AUTORIDADES ESCOLARES
Por su parte, Paola Ferrada, delegada y preceptora del establecimiento, afirmó que “actuamos en el momento, hablamos con la directora, la vicedirectora e hicimos la denuncia correspondiente para que esta situación se pueda solucionar y brindarle seguridad a todas las familias.”
Sobre la reacción de los estudiantes, Ferrada señaló que “ellos quieren saber, preguntan, la verdad ni siquiera sabemos porque las redes sociales no las podemos manejar, no sabemos quién maneja esa cuenta. Sí les dijimos que estén tranquilos, que nosotros íbamos a ver qué podíamos hacer y que íbamos a brindarles una respuesta, que estén tranquilos principalmente. Estaban en todo su derecho de no asistir a la escuela porque estaban asustados y preocupados”.
En respuesta a la amenaza, la comisaría local ofreció enviar efectivos policiales para custodiar el ingreso y egreso de los estudiantes, con el objetivo de garantizar la seguridad en los horarios de entrada y salida del establecimiento. Esta presencia policial busca brindar tranquilidad a la comunidad educativa, aunque para muchos estudiantes la situación puede parecer una broma, la gravedad del asunto es real y genera preocupación entre docentes, padres y alumnos.
“No es un chiste y a nadie le da risa una situación así porque es peligroso. No podemos permitir que en la escuela suceda algo así y que lo tomen como una broma", cerró Paola Ferrada.
LOS GRAVES ANTECEDENTES QUE PREOCUPAN A COMODORO
La comunidad educativa de Comodoro Rivadavia atraviesa un período de creciente tensión a raíz de una serie de amenazas que, en las últimas semanas, generaron alarma tanto en el Colegio Dean Funes como en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB). Ambas situaciones ocurrieron a fines de mayo y compartieron un patrón común: mensajes anónimos difundidos en redes sociales o plataformas de mensajería, con referencias explícitas a posibles tiroteos y violencia escolar.
El caso del Colegio Dean Funes se conoció el jueves 29 de mayo, luego de que circularan por redes sociales mensajes anónimos en tono amenazante, en los que se anticipaba la posibilidad de un tiroteo dentro del establecimiento, ubicado en la zona norte de la ciudad. Las publicaciones se detectaron en cuentas de Facebook e Instagram, bajo perfiles falsos y con mensajes inquietantes. Uno de ellos, proveniente de un usuario que se identificaba como "No sale ninguno vivo del cdf", incluía una imagen de perfil con un arma y referencias directas a un ataque, incluso con un horario posible. Esto generó pánico inmediato entre padres, estudiantes y docentes.
La directora del colegio, Eva Sauer, relató que tomaron conocimiento de la amenaza la noche anterior, cuando un integrante del equipo directivo advirtió sobre los mensajes. De forma inmediata, se radicó una denuncia en la comisaría de Kilómetro 3 y se activó un protocolo preventivo que incluyó la presencia de móviles policiales tanto en el ingreso como en el interior del predio educativo.
"Fuimos a la comisaría e hicimos la denuncia. Hoy por la mañana recibimos a los chicos como todos los días y hablamos con ellos, porque llegaban muy asustados. La policía nos trajo algo de tranquilidad, pero el miedo fue real", expresó la directora en una entrevista con el programa "Buen día Comodoro" de SETA TV. En ese mismo diálogo, advirtió que "los mensajes eran muy violentos" y llamó a toda la comunidad a estar alerta y comunicar cualquier situación sospechosa de forma inmediata.
Al mismo tiempo que se daba este episodio, otra amenaza similar había sido detectada en la sede universitaria de KM4. En este caso, se trató de un mensaje difundido a través de un canal de WhatsApp, también de forma anónima. Según explicó la delegada zonal de la UNPSJB, María Teresa Ortega, el texto hacía alusión a la presencia de un estudiante armado en el edificio los días lunes, en horario matutino. Aunque el mensaje tenía frases tachadas y sugería un tono más introspectivo, mencionaba directamente la posibilidad de sacar un arma de una mochila y disparar, lo cual encendió todas las alarmas dentro del ámbito académico.
Fue una docente, integrante del grupo de WhatsApp, quien detectó el mensaje y alertó de inmediato a la secretaria académica de la Facultad de Ciencias Naturales. El contenido fue elevado a las autoridades de la universidad y, con celeridad, se radicó una denuncia formal ante la Policía Federal Argentina (PFA). La fiscalía también tomó intervención y se inició una investigación para dar con la persona que originó la amenaza.
En ambos casos, las clases continuaron con normalidad, pero bajo un clima de preocupación. Las autoridades escolares y universitarias apelaron al diálogo con las comunidades educativas para contener a los estudiantes y reforzar las medidas de seguridad, sin fomentar el pánico. También remarcaron la importancia de un uso responsable de las redes sociales y de no minimizar ninguna advertencia, por más que parezca una broma.
La reiteración de este tipo de episodios —con patrones similares y el uso del anonimato en plataformas digitales— pone en evidencia la necesidad de revisar los protocolos de prevención ante situaciones de violencia escolar y ciberacoso. En un contexto social y económico tenso, la aparición de amenazas en entornos educativos no solo moviliza a la justicia y a las fuerzas de seguridad, sino que también reaviva debates sobre el bienestar emocional de las y los adolescentes, el impacto de las redes sociales, y la responsabilidad institucional para actuar de manera rápida y transparente.
Mientras tanto, tanto la policía como el Ministerio Público Fiscal continúan investigando los hechos denunciados, en busca de identificar a los autores de estos mensajes. Hasta el momento no hubo detenciones, aunque se analizan las pistas tecnológicas dejadas por las cuentas anónimas para avanzar en el rastreo.
Estos hechos, ocurridos con apenas días de diferencia, marcaron un antecedente delicado en la historia reciente de las instituciones educativas de Comodoro Rivadavia y encendieron un foco de atención que hoy vuelve a cobrar relevancia con una nueva amenaza detectada en otra escuela de la ciudad.
