BUENOS AIRES (ADNSUR) - El viernes pasado, en un edificio de la avenida Del Libertador 654, fue encontrado  en el hueco del ascensor el cuerpo de Ana Karolina Fernández, una estudiante brasileña de 22 años,

La causa fue caratulada como “muerte por causas dudosas”. Sin embargo, las amigas dudan del novio y un amigo. 

Todo se inició a partir de un llamado al 911 el viernes por la mañana que reportaba la posible caída de una mujer por el hueco del ascensor del edificio, desde el piso 13.

La policía se acercó al lugar y se entrevistó con dos jóvenes, uno que vivía en el edificio y el otro, el novio de Fernández, un tenista de 26 años que salía con ella hacía dos años.

Ambos dijeron que esa madrugada habían estado tomando bebidas alcohólicas hasta que en un momento Fernández se quedó dormida en un sillón del living y ellos dos decidieron ir a otro sector del departamento.

Siempre según la versión del novio y del amigo, más tarde ambos volvieron donde estaba la mujer y no la encontraron, por lo que al revisar el departamento vieron que en el palier que conduce al ascensor, la puerta metálica del mismo estaba abierta.

Al acercarse, notaron que el ascensor no estaba y dedujeron que Fernández había caído por el hueco.

Personal de bomberos de la Policía de la Ciudad encontró el cuerpo de la joven universitaria en el tercer subsuelo del foso del ascensor. La víctima quedó tendida boca arriba, vestida con un jean azul y una remera negra y en medias, sin calzado colocado.

Las amigas, previo a que se juntara con su novio, estuvieron con la chica e intentaron comunicarse con ella durante toda la noche. Como no contestaba también trataron de ubicar al joven. Sin embargo, tampoco hubo respuesta, y recien se enteraron de la muerte de la joven cuando la madre del tenista atendió el teléfono. 

“No podemos entender el silencio de los chicos. Cómo no nos dijeron nada, por qué no atendían las llamadas", dijo una allegada a TN. “Nos llama la atención que Karol no tenía puestas las medias. ¿Si se quiso ir por su propia voluntad y se cayó accidentalmente, por qué no tenía puestos los zapatos?”, se preguntan.

Karol cursaba el tercer año de la carrera de Medicina en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Sus amigas eran su familia y sus contactos más cercanos en la Ciudad.

Ellas mismas fueron las que se comunicaron con los familiares y el consulado brasileño. Nadie estaba al tanto de lo que había ocurrido. 

En el lugar la policía encontró un polvo de color rosa que podría ser ketamina en polvo o una nueva droga sintética alucinógena llamada “Tucibi” (por la traducción de 2C-B, sus siglas en inglés) o también conocida como “Venus” o “cocaína rosa” (su único parecido es la presentación en polvo), que combina los efectos alucinógenos del LSD con los enérgicos y eufóricos del MDMA.

Las amigas sin embargo, aseguran que no consumía drogas, lo que aumenta su sospecha sobre el caso. “Jamás nos dijo nada raro de él, pero creemos que puede haber ocurrido una situación con la que no estuvo de acuerdo Karol y terminó así”, indicaron, esperando que la Justicia investigue qué sucedió. 

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