COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) – El presidente de la Asociación Argentina de Derechos Informáticos, Guillermo Zamora, destacó que lo que se necesita es “educación y justicia tecnológica”. Consultado sobre la situación de Chubut en torno a denuncias por acoso en redes, Zamora dijo que “tengo una estadística propia porque no hay una estadística general. Hay dos o tres denuncias por semana de gente que está siendo agredida a través de redes sociales”.

Los últimos meses marcaron una alerta importante en padres de menores sobre el uso y el manejo de internet y las redes sociales, sobre todo Faceboook, donde los usuarios interactúan intercambiando  comentarios, fotos y videos. Allí generan nuevas “amistades” y a través de un “mal uso” marcan un notable posicionamiento del “grooming” o acoso cibernético.

En Chubut, casos como el fallecimiento de Micaela Ortega de 12 años, asesinada en Bahía Blanca por Jonathan Luna, quien confesó haber contactado a la víctima a través del Facebook con una identidad falsa y matarla porque la misma “se negó a mantener relaciones sexuales con él”; el del profesor de 44 años de la Escuela 773 de 28 de Julio y vicedirector suplente de la Escuela 781 de Dolavon, imputado en principio por presunta promoción a la corrupción de menores de edad, agravada en concurso ideal con grooming a una joven de 15 años quien habría sido acosada mediante Facebook y en forma privada, y el reciente caso del titular del Sindicato de Peones de Taxi de Chubut, Gustavo Hernández, quien fue detenido hace días acusado de grooming y el posterior abuso sexual de una chica de 13 años, fueron directamente relacionados con este “fenómeno tecnológico”.

Natalia Tribuzio, Licenciada en Psicología (MP 0566), especialista en Neuropsicologia Infantil, de la ciudad de Trelew, describió al “grooming” como “una serie de conductas que un adulto hace deliberadamente con la única intención de engatusar y ganarse la confianza de un menor para conseguir crear un lazo de unión emocional (generalmente amistad) por medio del cual poder acabar abusando de dicho menor o consiguiendo material pornográfico”.

Dijo que “se trata de una conducta que se realiza a través de internet lo que dificulta su detección por parte de los padres” y agregó que “aunque seamos unos padres responsables, que conocemos las amistades de nuestros hijos preadolescentes y adolescentes, siempre puede haber un “mundo social paralelo” en internet”.

Estos individuos utilizan los chats y las redes sociales como vehículos para tomar contacto con sus víctimas. Generalmente, crean una identidad falsa (puede ser la de “un famoso”) en Facebook o Twitter utilizando su imagen, y desde ese lugar toman contacto con el menor para emprender el camino del engaño que finaliza con una violación o abuso sexual, explica en su edición de este martes El Diario de Madryn.

En otros casos, el pedófilo se hace pasar por otro adolescente y mediante mecanismos de seducción busca el intercambio de imágenes comprometedoras de contenido sexual, que luego son utilizadas para extorsionar a las víctimas con la amenaza de su exhibición a familiares o amigos.

En todos los casos, el objetivo de estas acciones es uno solo: mantener un encuentro real con el menor o adolescente para abusar sexualmente del mismo.

A modo de recomendación, la Licenciada expresó: “educar y acompañar a nuestros hijos es la clave para que puedan hacer uso de manera responsable de la tecnología. No se trata de invadir su privacidad sino de mantener una relación de confianza”.

Además, afirmó que “el control y supervisión tendrá que ver con la edad de su hijo. En adolescentes es primordial generar un vínculo de confianza y en los más pequeños monitorear la utilización de la tecnología mientras está conectado” y agregó: “es muy importante tener en cuenta que el uso de las redes sociales está permitido a partir de los 13 años”.

RECOMENDACIONES PARA EVITAR ABUSOS

El “grooming” prevé penas de entre seis meses a cuatro años de prisión para aquél que utilice medios informáticos o electrónicos con el objetivo de contactarse con menores con la finalidad del intercambio de contenidos vinculados con la sexualidad.

Hablar de privacidad en internet tiene que ver con el control que ejerce el usuario sobre su información (datos personales, fotografías, archivos, mensajes, entre otros) para limitar la cantidad de personas autorizadas a obtenerla.

En este sentido, la Licenciada Tribuzio, remarcó algunos de los principales puntos a tener en cuenta para prevenir este fenómeno. Entre ellos, destacó la importancia de la supervisión de los adultos frente al acceso a la red de los menores de edad y afirmó: “no deberíamos permitirle tener un celular con acceso a internet y cuando quisiera utilizar la computadora en casa que lo haga en la misma estancia donde estamos nosotros, por eso es recomendable ubicar las computadoras en un lugar de la casa en donde podamos tener el control de manera permanente y esté a la vista de un adulto”.

Además, “se deben establecer horarios y normas para el acceso a internet y es importante que los padres conozcan las contraseñas de acceso, las páginas web, redes sociales que utilizan los hijos y conocer los contactos con los que se comunican”.

También, la Licenciada aseveró que “llegado el momento, es primordial tener una conversación en la que se le advierta de cuál es el funcionamiento de internet y cómo las personas se hacen pasar por lo que no son con mucha facilidad. Además, se le debe demostrar cómo se puede acceder fácilmente al material que alguien “cuelga” en internet y guardarlo en la computadora para que vea que los demás pueden hacer lo mismo con las fotos y videos que él comparta en redes sociales. Incluso cómo una persona adulta podría acceder a una foto de una persona más joven y hacerse pasar por esa persona, y recomendarle que privatice el acceso a sus redes sociales para que sólo las personas que él quiera accedan a esa información”.

Otro de los puntos a tener en cuenta para la profesional es “explicar la importancia de publicar datos personales como teléfono, domicilio, información personal, informar sobre la importancia de no socializar las claves personales y darle herramientas: Si alguien que él no conoce inicia una conversación con él vía redes sociales o vía WhatsApp y le dice que es “un amigo de un amigo” o que le ha visto en algún sitio y le pidió su número a otra persona decirle que siempre debe confirmar con esa tercera persona que esto es así, aunque quien inicia la conversación le diga que no lo haga porque le da vergüenza o le dé otras razones y debe informarle a ustedes que son sus padres para que tengan conocimiento”.

Asimismo, remarcó: “hay que explicarles que tener muchos “amigos” en las redes no significa que son nuestros amigos verdaderos y podemos confiar en ellos, aún siguen siendo desconocidos” y prosiguió: “para poder conocer sus publicaciones ser amigo de nuestros hijos en las redes es una manera de monitorear su actividad en las redes”.

Además, Tribuzio resaltó la importancia de “darle confianza y ser su apoyo. Decirle que si pasara algo y por alguna razón él cometiera el error de compartir con alguien archivos o información y luego se arrepiente y no sabe qué hacer jamás se enojarán con él, si se los comunica, harán lo posible por solucionarlo y le protegeremos”.

Por último, hay que “fijarse en la conducta de su hijo y en el uso que hace de su celular o si pasa demasiado tiempo con la computadora y en redes sociales. Los cambios de humor o conductas, tristezas repentinas a las que no les encuentran explicación o bajo rendimiento escolar pueden ser señales de alarmas.

En el caso de que los padres sospechen de alguna actividad “inadecuada”, se debe denunciar en la página al perfil del acosador. “Una de las principales herramientas que brindan las redes sociales es la de denunciar perfiles. De esa forma se puede dejar un precedente y, si otros también lo denuncian, se podrá conseguir que den de baja la cuenta del abusador y así evitar que replique su abuso con otros chicos”, aclaró.

También se debe “realizar de manera urgente la denuncia en la policía. Para ello es importante no borrar las pruebas, y asesorarse legalmente para iniciar las acciones legales correspondientes. De no contar con recursos se pueden dirigir a las Asesorías de Familia para su orientación”, concluyó.

“MÁS CONCIENCIA”

Por su parte, el presidente de la Asociación Argentina de Derechos Informáticos, Guillermo Zamora, destacó que lo que se necesita es “educación y justicia tecnológica”. Remarcó que “las leyes están puestas en un papel y nada más. No sirve de nada si la gente no toma real conciencia de lo que sucede”.

Ante la muerte o violaciones de menores, víctimas de un engaño a través de redes sociales, el Ministerio Público Fiscal brindó una serie de recomendaciones para los padres. En tal sentido, remarcó que “los términos y condiciones de usos de Facebook dicen que un chico de 12 años no puede tener una cuenta. Facebook es una empresa, no es un servicio público, no es algo que se presta como un beneficio de la sociedad”.

Consultado sobre la situación de Chubut en torno a denuncias por acoso en redes, Zamora planteó: “tengo una estadística propia porque no hay una estadística general; no creo que sea por un defecto del Ministerio Público sino que no es que hay mayor cantidad de casos. Sí creo que hay mayor cantidad de denuncias porque se van agravando determinadas situaciones”.

Al respecto, indicó que “ahora los menores se van con los adultos y ahí se pone peligrosa la situación y donde el chico entra en un espiral de confianza y acepta irse”, y agregó que “hay cuestiones más profundas que las tecnológicas y que pasan por la cabeza de los chicos”.

“Lo consideran un juego y cuando se hace la denuncia ya es tarde. En mi caso, puedo decir que hay dos o tres denuncias por semana de gente que está siendo agredida a través de redes sociales. Seguimos con la misma problemática de no tener una legislación ágil”, finalizó.

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