Hasta que lograron identificarlo, tras analizar pistas que surgieron en perfiles de las redes Facebook e Instagram, para los investigadores era El Fantasma. Así lo llamaban detectives judiciales y policiales que estaban tras sus pasos. Sabían que ese hombre robusto, de unos 30 años y con un tatuaje en su antebrazo izquierdo, que había sido registrado por las cámaras de seguridad de varios cajeros automáticos, era el cerebro de una organización criminal que clonaba tarjetas de débito y crédito para robar dinero de las cajas de ahorros y cuentas corrientes de las víctimas. Se estima que la banda, en el último tiempo, se hizo de un botín de, por los menos, 5.000.000 de pesos. Pero, Alef Luis Souza de Oliveira, el cráneo detrás de las estafas, y dos de sus cómplices ahora están tras las rejas.

La investigación que llevó a prisión a Souza de Oliveira, un ciudadano brasileño de 28 años, está a cargo del fiscal de Vicente López Alejandro Musso y comenzó tras la denuncia de una víctima, Lucio G., a la que le habían clonado su tarjeta de débito y le robaron de sus cuentas 330.000 pesos y 4000 dólares.

Según el expediente judicial, el 23 de enero pasado, a las 17.29, Lucio G. ingresó en el sector de cajeros automáticos de un banco situado en la avenida Maipú al 700, en Vicente López, y extrajo de su caja de ahorro 20.000 pesos. En ese momento no lo sabía, pero, un rato antes, la banda de Souza de Oliveira había instalado un skimmer (clonador instalado en una ranura falsa que copia la banda magnética de los plásticos utilizados por los clientes y una cámara filmadora por encima del teclado para poder monitorear las claves de seguridad digitadas por las víctimas). Lucio G. había caído en la trampa de los clonadores de tarjetas.

“Posteriormente, en el período comprendido entre el día 23 de enero pasado a las 17.29 y el 29 de enero de ese mismo mes a las 10.21, confeccionaron una copia falsificada de la tarjeta de Lucio G. para ser usada por Sousa De Oliveira”, explicó el fiscal Musso al fundamentar el pedido de detención del sospechoso ante el juez de Garantías de San Isidro Ricardo Costa.

La primera vez que se usó la copia de la tarjeta de Lucio G. fue el 29 de enero pasado a las 10.21 en un cajero de la sucursal del Banco Nación de la avenida San Martín 2402, en el barrio porteño de Villa General Mitre, donde El Fantasma, según el expediente judicial, realizó una extracción de 30.000 pesos, dos transferencias por la suma de 330.000 pesos y una transferencia 2000 dólares.

Esa misma mañana, unos pocos minutos después, desde un cajero automático de una sucursal del Banco Provincia situada en la avenida Gaona al 1100, en Cabalito, el sospechoso hizo otra transferencia de 2000 dólares. Ese mismo día, la titular de la cuenta a la que Sousa De Oliveira había transferido los 330.000 pesos de Lucio G. hizo lo propio hacia una cuenta de su pareja.

La víctima se enteró de las operaciones ese sábado 29 de enero a las 16 cuando recibió una llamada del Área de Investigaciones de Fraudes de Red Link para comunicarle que le habían bloqueado la tarjeta de débito porque habían detectado operaciones sospechosas. Era el principio del fin para Souza de Oliveira.

Pero para llegar a El Fantasma y a sus cómplices (los destinatarios de las transferencias de dinero) hubo una investigación donde el fiscal Musso y personal de la Estación de Policía de Vicente López de la fuerza de seguridad bonaerense y detectives de División Investigación de Organizaciones Criminales de la Policía de la Ciudad tuvieron la colaboración de especialistas del Área de Investigaciones de Fraudes de Red Link y de representantes de la firma Meta (Instagram y Facebook).

“Cuando comenzó la investigación, solo teníamos la imagen de un hombre, de alrededor de 30 años, robusto y con un tatuaje en su antebrazo izquierdo, que se presentaba en el sector de cajeros automáticos de distintas entidades bancarias y realizaba las maniobras conocidas como skimming, que consiste en la captura de los datos de la banda magnética de las distintas tarjetas con las que se hacen transacciones. En este caso en particular, el imputado [por El Fantasma] había sido grabado realizando las maniobras en los cajeros para colocar los artefactos para clonar las tarjetas”, recordó a LA NACION una fuente de la investigación.

Los elementos secuestrados en el allanamiento realizado tras la detención del cerebro de la organización criminal
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Tras analizar una serie de indicios, se pudo vincular a El Fantasma (hasta ese momento no se lo había podido identificar) con un sospechoso de nacionalidad brasileña detenido en enero pasado, también investigado por estafas hechas a partir de la clonación de tarjetas. Esa persona, identificada como Mesquita Souza de Oliveira tenía como “amigo” en Facebook a un joven que tenía u tatuaje similar al delincuente buscado por el fiscal Musso y los detectives policiales, explicaron fuentes judiciales.

Poco después, los investigadores pudieron determinar que Mesquita Souza de Oliveira y El Fantasma eran tío y sobrino, respectivamente, y que ambos habían estado presos en Brasil por delitos similares.

“Se hizo un trabajo de vigilancia abierta en las redes sociales y, a partir de la cuenta de Facebook aportada por Red Link de Alef Sousa de Oliveira, se realizó una triangulación con todas las personas agregadas como amigos, filtrando aquellas con las que más interacciones realizaba, que se presumían más cercanas a su círculo íntimo, logrando establecer efectivamente el Instagram del sospechoso”, sostuvo un investigador al tanto del expediente judicial.

Ante la posibilidad de que el sospechoso cerrara sus cuentas de Instagram y Facebook, desde la fiscalía le solicitaron a la empresa Meta que “congelaran” los datos de los perfiles. Desde la firma informaron los correos electrónicos vinculados a los perfiles, que posibilitaron identificar la dirección IP desde donde se había conectado el usuario de las redes sociales.

Fue así que el fiscal Musso les pidió a los detectives de las policías de la Ciudad y bonaerense que participaban de la investigación para que hicieran trabajos de vigilancia en las cercanías de un petit hotel de Lavalle al 1600, en el barrio de San Nicolás, a menos de dos metros del Palacio de Tribunales, donde se estimaba que podía estar el sospechoso.

“Este es un extenso trabajo de la División Investigación de Organizaciones Criminales de la Policía de la Ciudad que por más de ocho meses trabajó siguiendo a todos los integrantes de la banda y este es el último detenido que además poseía pedido de captura en su país de origen, Brasil”, sostuvo a LA NACION el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro.

En medio de la investigación, hubo un dato que a los investigadores les llamó la atención: en su perfil de Instagram, Souza de Oliveira subía videos de los movimientos de sus inversiones en criptomonedas. “Se alardeaba ante todos de sus negocios”, dijo una fuente del caso.

Finalmente, en las últimas horas, las tareas de vigilancia hechas en el lugar en las cercanías del petit hotel, El Fantasma fue descubierto y detenido por personal policial. Se hizo un allanamiento donde se secuestraron “los fierros” para la clonación de tarjetas.

“Tenía de todo para la clonación de tarjetas. Hasta impresoras 3D. Había mucha ´inversión´en ´fierros´porque que obtenía una importante ganancia”, sostuvo un detective judicial.

Cuando fue detenido negó ser el delincuente buscado por la Justicia de Brasil y la Argentina. Decía ser Gustavo Dias Duarte, una de las identidades que solía utilizar.

Finalmente, en la audiencia donde fue indagado, El Fantasma reconoció ser Alef Luis Souza de Oliveira, pero se negó a responder preguntas del fiscal Musso.

Fuente: La Nación

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