CHOLILA (ADNSUR) - Según relata en su cuenta de Facebook el brigadista y autor del libro sobre los incendios en la Cordillera, Daniel Roy Wegrzyn, el pasado miércoles 4 de enero se incendió la cabaña de Alejo, un vecino de Cholila. Durante el siniestro bomberos, brigadistas y vecinos vivieron una jornada de mucho trabajo y emoción.

Foto: Daniel Roy Wegrzyn

El pasado miércoles 4 de enero se incendió la cabaña de Alejo, un vecino de Cholila. El  viento rompió y volteó la chimenea de una estufa e inmediatamente se prendió el techo y se consumió toda la vivienda. Si bien no había posibilidades de salvar la cabaña, a eso de las 13 horas el propietario dio aviso para evitar que el fuerte viento invadiera el bosque circundante, por esa misma razón el helicóptero del PNMF estaba impedido de actuar.

Mientras tanto los brigadistas de Cholila se pusieron en marcha, pero sus limitaciones en movilidad los motivaron a buscar ayuda y solicitaron nuestra colaboración. Algo ya establecido y acordado desde la experiencia del incendio del 2015. El lago estaba excesivamente picado, por lo que fuimos con dos camionetas doble tracción y el móvil de la brigada hasta el fondo del Lago Cholila, al otro lado del Río Tigre.

El río estaba crecido debido a la lluvia del día anterior. Siendo la camioneta de Daniel Roy Wegrzyn - quien escribió estas líneas - la más apta. La misma se utilizó para cruzar, con cierta dificultad, con el equipamiento y varios brigadistas. Al llegar, la cabaña estaba completamente consumida y Alejo se había ocupado de apagar el entorno. Luego de tres horas, la brigada completó el trabajo de apagar impregnando de agua todo el terreno.

Según destaca Wegrzyn, Alejo es una persona muy estoica y de gran fortaleza anímica, pero ese día estaba agotado, expectoraba una mucosa negra y presentaba una herida en el brazo. "No pudimos convencerlo de llevarlo al hospital debido a que sus padres nonagenarios estaban con él y sentía que tenía capacidad para esperar el día siguiente y salir en lancha", contó Wegrzyn.

"Para regresar, a pesar de estar disminuido físicamente, nos ofreció ayuda con el tractor, a efectos de evitar la posibilidad de que ingrese agua por la toma de aire de la camioneta. Cruzamos con el motor detenido pero la fuerte corriente arrastró al tractor y a la camioneta con él dejando a ambos vehículos semisumergidos en medio de la corriente. Salimos por las ventanillas y nos acomodamos en el techo", relató.

Se evaluó la situación que comenzó a tornarse bastante crítica. Al avanzar el día el frío se hacía sentir. Alejo estaba solo, de pie sobre el asiento del tractor, lastimado, con dificultades para respirar y con frío. La corriente produce mareos y todos estaban atentos ante un vahído para intentar rescatarlo si caía al agua. La circunstancia ameritaba llamar al helicóptero de Trevelin.

En su texto, Wegrzyn aseguró: "Nuevamente quedó en evidencia otra de las limitaciones: la comunicación. Los brigadistas no cuentan con una base de radio, pero afortunadamente los bomberos voluntarios de Cholila estaban atentos e hicieron puente. Pasaron unas tres horas y a pesar del viento el helicóptero del PNMF llegó y realizó un impecable trabajo. Nos rescató uno a uno y nos llevó hasta la orilla. Nuestros compañeros habían hecho un gran fuego para secarnos y calentarnos. Y a pesar de su resistencia, Alejo fue subido a la aeronave y llevado al hospital de Cholila, donde aún permanece con asistencia de oxígeno limpiando sus pulmones y bajo la muy buena atención".

"Un camión doble tracción enviado por la municipalidad para rescatar los vehículos no pudo acceder al lugar debido a lo dificultades del camino y finalmente nos alcanzó la oscuridad de la noche. A efectos de evitar riesgos, dejamos el intento de rescate de la camioneta y el tractor para el día siguiente y regresamos. Dos brigadistas se quedaron para acompañar y cuidar a los ancianos. La energía estaba restablecida en la otra cabaña y tenían teléfono e internet", continúó.

"El jueves se presentó calmo y Don Agustín Centurión, un vecino de gran experiencia y habilidad, pero entre sus cualidades lo que sobresale es su solidaridad, desde muy temprano dispuso una máquina para sacar los vehículos. Los Bomberos Voluntarios de Cholila solicitaron dos buzos del cuerpo de rescate del Parque Nacional Los Alerces quienes también hicieron gala de una destacadísima y profesional tarea para lograr, en el medio de una fuerte correntada enganchar los vehículos para sacarlos del agua, lo que finalmente se hizo, no con pocas dificultades", comentó el piloto Wegrzyn.

"Hay que destacar la buena disposición de personas que poseen habilidades, capacidad y medios y los ponen a disposición en estas circunstancias sin esperar nada a cambio mas que una acción recíproca hacia ellos u otros semejantes. También se pone de manifiesto la extraordinaria herramienta que significa un helicóptero en manos de avezados pilotos, y lo importante que sería que nuestra región contara con ellos de forma permanente", dijo.

Finalmente manifestó: "también queda en evidencia la precaria situación de la brigada de Cholila, aún muy pobre en equipamiento, pero con una fortaleza y ánimo de grupo muy destacable y muy motivados por el rol que entienden deben cumplir. Los vimos actuar en el incendio del 2015 y los vimos actuar ahora. Es un grupo valioso, merecen mayor atención, adiestramieno, equipo adecuado. Con esta gente es inversión que se multiplica en buenos resultados".

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