Le otorgaron una multa millonaria por dañar la costa del Nahuel Huapi en Cumelén; además, deberá reforestar
Utilizó maquinaria pesada sin autorización en una zona protegida de Villa La Angostura. Además de la multa, deberá restaurar el ambiente y donar computadoras a una escuela pública.
Una intervención ilegal en el lago Nahuel Huapi terminó con una de las sanciones más severas impuestas por el municipio de Villa La Angostura. El responsable, un particular vinculado al exclusivo barrio Cumelén, fue multado con $10.003.500 por haber alterado sin permiso el entorno natural de Bahía Bustillo. El hecho generó alarma entre autoridades y vecinos por tratarse de un área ambientalmente sensible.
La infracción fue detectada en marzo por inspectores municipales, quienes advirtieron trabajos con maquinaria pesada en el borde del lago. El responsable removió piedras, desplazó tierra y rellenó parte de la costa, todo sin la autorización correspondiente y en abierta violación a las normativas locales que protegen las zonas ribereñas del parque Nahuel Huapi.
La Justicia de Faltas de la localidad no solo impuso una multa millonaria, sino que también obligó al infractor a realizar tareas de remediación ambiental. Esto incluye la reforestación con especies nativas y la restitución del perfil natural de la costa. Además, se estableció como sanción complementaria la donación de cuatro computadoras portátiles al CPEM 17, una escuela secundaria pública de la zona.
“El lago no es de uso privado”, advirtieron desde el municipio. Recordaron que toda modificación del entorno natural en sectores costeros requiere de permisos, estudios técnicos y supervisión estatal. En este caso, se violaron al menos tres ordenanzas municipales clave: las N.º 1271/02 y 1140/00, que prohíben la extracción de áridos sin permiso, y el Código Ambiental Municipal, que sanciona cualquier daño no autorizado al ecosistema.
La sanción también busca sentar un precedente. Las autoridades evalúan replicar este modelo de castigo ambiental con impacto social en otras escuelas, como parte de un programa que combine la reparación ecológica con beneficios educativos. “Es un mensaje claro para quienes creen que pueden intervenir en el espacio público como si fuera propio”, sostuvieron desde el Ejecutivo local.
