RAWSON - Desde que secuestraron esa bomba sin explotar en la Vecinal del barrio Juan Moreira de Trelew, el viernes de la semana pasada; la Policía ya retiró de circulación otras seis ojivas -casi de similares características- en procedimientos que llevó a cabo en los últimos seis días en ésta ciudad, Rawson y Puerto Madryn.
El material bélico, de mucha peligrosidad, porque en algunos casos tendría una carga explosiva de más de cinco kilos de «TNT» que no ha estallado; fue entregado por vecinos que tenían las ojivas en el jardín de sus casas a modo de reliquia ignorando, lógicamente, el riesgo que ello implicaba.
Desde la Brigada de Explosivos de la Policía chubutense expresaron su beneplácito por la actitud que tuvieron estas personas, a partir de la difusión que hubo del caso que se dio en el barrio Juan Moreira de Trelew. El subcomisario Diego Facciuto, coordinador y máximo responsable de todos los peritos en explosivos que tiene la Policía provincial; destacó que estos hechos que vienen dándose en los últimos días en la zona no son nuevos.
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Recordó que «en el año 2007 hubo dos circunstancias puntuales en las que el personal de la Brigada de Explosivos de la Policía provincial procedió a la destrucción del material bélico denunciado, haciéndolo en el mismo lugar en el que fuera hallado». Y puntualizó que en aquella ocasión «hubo un procedimiento de destrucción en el sector de «El Elsa», en Playa Unión y otro en Puerto Madryn», indicó, insistiendo en «la peligrosidad de que estas municiones estén en poder de civiles».
El subcomisario Facciuto viene realizando desde hace varios años un trabajo silencioso consistente en la búsqueda implacable de los técnicamente denominados UXOS (Unexploded Ordenance); sigla internacional con la que los operadores de explosivos denominan de manera generalizada a todo rezago bélico que es hallado y que ha sido disparado o lanzado, y que por cuestiones que luego se investigan no ha detonado o explotado.
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Según el jefe a cargo de la Brigada de Explosivos, «la peligrosidad de estos objetos pasa justamente por la circunstancia de que ya han sido lanzados (bombas aéreas) o disparados (ojivas de artillería) y por alguna falla mecánica de las espoletas no se produjo la explosión al momento del impacto».
«Cuando son halladas, este material bélico suele presentar un aspecto inofensivo, dado que en la mayoría tienen óxido sobre la superficie metálica», explicó Facciuto. «Pero esto es solo una apariencia, porque la carga explosiva; cuyo kilaje depende del calibre y tipo de ojiva, se conserva intacta en el interior de la ojiva y la detonación no se produjo por una cuestión de azar. Bastaría solo el movimiento necesario para que se accione el mecanismo percutor de la espoleta y ésta a su vez excite a la carga explosiva para que finalmente se produzca la explosión», agregó.
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Fuente: El Chubut
