La insólita estafa a un camionero en una estación de servicio tras un encuentro íntimo con dos jóvenes
El conductor porteño había frenado para descansar, pero fue sorprendido por dos mujeres. Una de ellas se "aprovechó" de su confianza y lo dejó impactado.
Un camionero porteño protagonizó un incidente insólito y polémico en la localidad santiagueña de Frías, que combina elementos de una experiencia sexual compartida y un delito de estafa.
Según el relato, el conductor detuvo su vehículo en una estación de servicio ubicada en la intersección de la ruta 157 y Senador Salim para descansar. Fue entonces cuando dos jóvenes, vestidas y preparadas para la ocasión, lo despertaron y lo persuadieron para mantener un encuentro sexual en trío que duró aproximadamente 50 minutos.
TUVO UN TRÍO SEXUAL CON DOS MUJERES Y ACABÓ ESTAFADO
El acuerdo económico entre las partes establecía un pago de 8.000 pesos por cabeza. El camionero pagó en efectivo a una de las chicas, pero no contaba con más dinero en efectivo para la segunda.
En ese momento, la otra joven le propuso realizar el pago mediante una transferencia bancaria y se ofreció a hacerla ella misma, para lo cual le pidió el celular. Sin sospechar nada, el hombre le entregó el dispositivo. Sin embargo, la mujer aprovechó la situación para transferir a su cuenta una suma cuatro veces superior a lo pactado, totalizando 30.000 pesos.
Al devolverle el teléfono, el camionero se sorprendió al notar la transferencia excesiva, pero reaccionó tarde. Las jóvenes aprovecharon para arrebatarle el celular y escapar rápidamente. Avergonzado y molesto, el hombre denunció lo ocurrido a la policía, pero debido a su estado somnoliento y la falta de datos precisos, las autoridades aún no lograron identificar ni localizar a las responsables.
Este caso plantea varias aristas legales y sociales. Por un lado, la transacción económica y el encuentro sexual fueron acordados entre adultos con consentimiento, lo que descarta inicialmente delitos contra la integridad sexual, siempre que no haya habido violencia o coacción. Sin embargo, el uso del celular para realizar una transferencia fraudulenta puede constituir un delito de estafa o apropiación indebida, que está dentro del ámbito penal.
Las fuerzas de seguridad continúan con la investigación para dar con las jóvenes involucradas, mientras que el camionero busca recuperar el dinero y el teléfono. Este hecho, además de su carácter anecdótico, abre un debate sobre la seguridad y la confianza en encuentros sexuales casuales y la responsabilidad de todas las partes para evitar engaños y abusos.
Además, el episodio refleja la vulnerabilidad que puede existir en situaciones informales y de confianza, donde la falta de precaución puede derivar en perjuicios económicos y personales. La experiencia también pone en evidencia la importancia de la prudencia en el manejo de dispositivos personales y la necesidad de establecer límites claros y seguros incluso en encuentros consensuados.
Con información de 0223, editada y redactada por un periodista de ADNSUR
