Ignoró una orden judicial, amenazó a su ex y quedó preso por violencia de género en Cipolletti
A pesar de tener prohibido acercarse, ingresó al domicilio de su expareja, la amenazó y quemó sus pertenencias. La Justicia dictó prisión preventiva por cuatro meses.
La reiteración de actos violentos y el incumplimiento de medidas judiciales dejaron sin margen a la defensa. Un hombre de 50 años fue acusado en Cipolletti por múltiples delitos en un contexto de violencia de género, y deberá cumplir cuatro meses de prisión preventiva mientras se desarrolla la investigación. El acusado había desobedecido una orden judicial que le prohibía acercarse a su ex pareja.
El caso fue presentado por el Ministerio Público Fiscal en una audiencia de formulación de cargos, donde se detallaron los graves episodios ocurridos en el domicilio de la víctima. El hombre ingresó sin autorización, quemó pertenencias en el patio y amenazó con prender fuego la vivienda y matar a su ex pareja. Todo esto, durante la madrugada y en violación de una medida de restricción previamente dictada por una jueza de Familia.
El fiscal a cargo explicó que existía una prohibición expresa de contacto, pero el acusado “desobedeció completamente lo indicado, actuando con violencia física, psicológica, económica y simbólica”. Por eso, se le atribuyó una calificación penal que incluye desobediencia judicial, amenazas, daño, violación de domicilio e incendio, todos en concurso real, es decir, considerados de forma acumulativa.
Desde la defensa penal pública se propuso como alternativa un dispositivo de monitoreo electrónico, bajo el argumento de que la prisión preventiva sería “excesiva” y que había otros mecanismos disponibles para evitar nuevos hechos. Sin embargo, la jueza de Garantías hizo lugar al pedido de la fiscalía y rechazó la propuesta.
La resolución judicial se basó en la gravedad de los hechos y el riesgo concreto de entorpecimiento de la causa o reiteración delictiva. También se valoró un informe elaborado por la Oficina de Atención a la Víctima (OFAVI), que concluyó que el riesgo para la denunciante es alto. La jueza subrayó que proteger la integridad de la víctima era una prioridad.
