Iba a festejar el Día del Padre, sufrió un violento vuelco con su camioneta y vio morir a su hija
El conductor perdió el control del vehículo tras toparse con un bache, lo que generó un fatal accidente. Un hombre mayor de edad falleció en el lugar.
Una tragedia conmocionó al departamento santiagueño de Juan Felipe Ibarra durante la mañana del pasado domingo, cuando una niña de 9 años y un hombre perdieron la vida en un accidente vial ocurrido en la Ruta Nacional 92, a la altura del paraje Puna.
La víctima menor fue identificada como Iris Francisca Díaz, quien iba a celebrar el Día del Padre junto a su papá, Sebastián Díaz, mecánico de profesión y conductor de la camioneta Ford Ranger involucrada en el siniestro. Junto a ellos viajaba Óscar Fernando “Gusano” Bravo, un hombre que se había sumado al viaje en busca de una nueva oportunidad laboral en la zona.
El accidente se produjo aproximadamente a 15 kilómetros de la localidad de Vilelas, cuando Sebastián Díaz perdió el control del vehículo tras toparse con un bache en la ruta. La camioneta se salió del camino, dio al menos un tumbo, impactó contra un árbol y se incendió casi de inmediato. Tanto el conductor como su hija salieron despedidos del vehículo tras el fuerte choque.
La niña fue hallada muerta a unos tres metros de la cinta asfáltica, mientras que Bravo fue encontrado calcinado dentro de la camioneta. Díaz, por su parte, fue encontrado a unos cuatro metros del rodado, con quemaduras visibles y en estado de shock.
A pesar del estado de conmoción y dolor, Sebastián Díaz pudo relatar a los rescatistas que había perdido el control de la camioneta al encontrarse con un pozo en la ruta. Fue trasladado de urgencia al hospital con heridas graves y posibles fracturas. Los bomberos voluntarios trabajaron intensamente para extinguir las llamas y rescatar el cuerpo de Bravo, mientras que los peritos de Criminalística realizaron el relevamiento técnico en el lugar para esclarecer las causas exactas del siniestro.
El hecho causó una profunda tristeza en toda la comunidad de Juan Felipe Ibarra, que se solidarizó con la familia Díaz en este duro momento. La niña, que apenas tenía 9 años, había sido buscada por su padre en Añatuya para compartir juntos una jornada especial por el Día del Padre, pero la fatalidad truncó sus planes y dejó un vacío irreparable en sus seres queridos.
LA DESGARRADORA DESPEDIDA
La pequeña vivía con su madre, Érika Núñez, y el resto de su familia en el barrio Belgrano de Añatuya. Era alumna de la Escuela Florentino Ameghino y también formaba parte de la escuelita de patín “Piruetas sobre Ruedas”, que la despidió con un emotivo mensaje en redes sociales. “Una niña tan alegre y amorosa. Te llevaremos en nuestros corazones toda la familia de Piruetas sobre Ruedas. Gracias por haber iluminado la pista con tu alegría y color siempre”, escribieron.
Por su parte, “Gusano” Bravo era conocido por su espíritu solidario y por desempeñarse en múltiples oficios, amigos y vecinos lo recordaron como un “todista” servicial, de pocas palabras, que ayudaba incluso a los bomberos en tareas de auxilio sin ser parte formal del cuerpo.
