Este miércoles el subsecretario del Interior del Gobierno de Chile, Juan Francisco Galli, confirmó que Facundo Jones Huala "está prófugo de la Justicia", luego que no se presentara el día anterior ante el tribunal cuando le revocaron la libertad condicional que le otorgaron en enero.

Así, la Justicia chilena ordenó la inmediata detención del activista mapuche, aunque reconocen que podría haber abandonado ya su territorio y podría encontrarse en Argentina, debido a la facilidad con la que cruza de un país a otro evadiendo cualquier tipo de control. 

Según reseña el diario Río Negro, el teléfono celular del líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) -que usó incluso estando en la cárcel- dejó de emitir señal en la tarde-noche del martes pasado, cuando el maxi tribunal de justicia de Chile revocó su libertad condicional. 

Hasta antes de que se conociera la decisión de la Corte, los que se comunicaban con él mediante esa línea de una compañía chilena recibían esporádicas y cortas respuestas. Desde el martes nadie responde los mensajes de WhatsApp ni atiende llamadas en ese número.

Ya había sido declarado prófugo en 2014, cuando gozaba del beneficio de la prisión preventiva domiciliaria y la Justicia perdió vínculo con él.

Las autoridades reconocen que el paradero actual del Jones Huala podría ser alguna comunidad mapuche de la zona de la Araucanía, en Chile, como también podría serlo algún punto cordillerano ubicado en territorio argentino.

Ya en anteriores oportunidades quedó demostrado la facilidad con la que el activista mapuche cruza la cordillera y se traslada sin dejar rastro de un país a otro. 

En 2013, cuando se produjo su detención en la zona de Río Bueno, Chile, por ser sospechoso de haber incendiado la vivienda de un cuidador de una estancia, Jones Huala no tenía constancia oficial de ingreso a ese país, recuerda el Río Negro.

Un año más tarde apareció en la zona cordillerana norte de Chubut. Creó en la zona de Vuelta del Río, donde vivieron sus abuelos, la comunidad Cushamen, donde lo detuvieron cuando Chile pidió su captura internacional. En ese lugar murió Santiago Maldonado luego de la irrupción de efectivos de Gendarmería Nacional. 

Como el primer juicio de extradición, realizado en Esquel, fue anulado por la Justicia Federal por graves irregularidades en la detención de Jones Huala (su domicilio fue aportado por un miembro de la Agencia Federal de Inteligencia, AFI), quedó el libertad.

Durante casi cuatro años cruzó de un lado a otro de la Cordillera sin que quedara registro oficial de sus movimientos, hasta que en 2017, en un control de Gendarmería en Río Villegas, al norte de El Bolsón, fue detenido.

Un segundo juicio de extradición, ya en jurisdicción del Juzgado Federal de Bariloche, lo llevó a Valdivia, donde fue condenado a una pena de seis años de prisión. La cumplía en una cárcel de Temuco cuando una corte de apelaciones le otorgó en enero de este año el beneficio de agotar la condena en libertad, bajo la promesa de cumplir una serie de normas, una de las cuales era presentarse cada determinados plazos en una oficina de la Comisión de Libertad Condicional para dar fe de su buena conducta, apunta Diario Río Negro.

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