Una inspección sorpresa dejó al descubierto un grave problema de salud pública en El Bolsón: 14 carnicerías fueron acusadas de vender carne en mal estado y obtenida a través de faena clandestina. El operativo terminó con el secuestro y destrucción de más de 2.700 kilos de carne vacuna, ovina, porcina y aviar.

Faena clandestina y productos descompuestos

El procedimiento se llevó a cabo el martes y fue coordinado entre la Brigada Rural de Río Negro y la Dirección de Ganadería. En varios comercios detectaron carne en estado de putrefacción, con evidentes signos de descomposición y sin las condiciones mínimas de higiene exigidas por ley.

Según detallaron las autoridades, los cortes secuestrados provenían de animales faenados de manera ilegal, sin ningún tipo de control sanitario. Además, se encontraron artículos en contacto con la mercadería en condiciones deplorables, como hierros oxidados y superficies contaminadas.

Condiciones insalubre y anomalías

La inspección reveló que la carne no solo era ilegal, sino también impropia para el consumo humano. En varios de los locales inspeccionados, se documentaron anomalías graves en la manipulación y conservación de los alimentos. Esto incluyó la falta de refrigeración adecuada y el almacenamiento junto a objetos oxidados o sucios.

Tras el hallazgo, los inspectores labran las actas correspondientes a cada uno de los 14 comerciantes involucrados. Las sanciones serán determinadas por la autoridad competente, aunque podrían implicar clausuras y fuertes multas económicas, además de otras consecuencias penales en caso de comprobarse delitos sanitarios.

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