El intendente de Añelo fue testigo en primera persona del brutal accidente que dejó a dos muertos

El intendente de Añelo, Fernando Banderet, fue testigo directo del trágico choque frontal ocurrido en la Ruta Provincial 7, a la altura de Tratayén, que dejó al menos una víctima fatal y obligó a cortar el tránsito durante horas. El jefe comunal viajaba en un auto particular hacia el aeropuerto de Neuquén cuando presenció la maniobra temeraria que derivó en la colisión. “Fue una imprudencia total”, sentenció.

Banderet relató que uno de los vehículos involucrados intentó sobrepasar en doble línea amarilla, en plena oscuridad y antes de una curva peligrosa. “Un auto quiso pasarme a mí y a un camión que iba adelante. En ese momento se encontró de frente con otro vehículo que venía saliendo de la curva. El impacto fue inevitable”, explicó en diálogo con radio Mitre. Además, reveló que frenó para asistir a las víctimas y alertó a la Policía y a medios de comunicación que escuchaba en ese momento.

El siniestro se produjo antes de las 6 de la mañana, en un tramo reconocido por su mal estado y escasa visibilidad. A pesar del peligro evidente, Banderet aseguró que las maniobras imprudentes son cotidianas: “Después del accidente, a pocos kilómetros, vi una combi de empresa que también sobrepasó en una curva con un camión de frente. No aprenden, no toman conciencia”. También afirmó que el exceso de confianza al volante es un problema recurrente en Añelo y sus accesos.

En cuanto al estado de la ruta, si bien reconoció que hay sectores que necesitan mejoras, el intendente fue enfático: “No se puede culpar solo a la calzada. La verdadera causa es la falta de responsabilidad de quienes manejan como si estuvieran solos”. Afirmó que muchas veces se comportan como si estuvieran en una autopista, incluso dentro del casco urbano.

Banderet también aprovechó para recordar que la sobrecarga de tránsito sobre la Ruta 7 no es nueva y cuestionó la falta de planificación estatal: “Desde hace años venimos advirtiendo que esta vía no soporta el crecimiento de Añelo y Vaca Muerta. Cuando se construyó, debió proyectarse como doble vía, con mayor seguridad para los trabajadores y los vecinos que viajan a la capital”.