GAIMAN (ADNSUR) - Octavio Fernández fue expulsado de su vivienda por violento, pero vecinos,  amigos y hasta la mujer - la supuesta víctima- que tiene 90 años asegura que él nunca le hizo nada, qué nunca le pegó. Mientras tanto el abuelo anda con su ropa en un bolso en la calle, aunque los últimos días estuvo viviendo en una pieza sin baño que le prestaron en el fondo de la casa de un amigo.

La jueza que le prohibió acercarse a su esposa sacándolo de la chacra en la que ambos venían conviviendo desde hace casi cincuenta años, les creyó a los hijos de la mujer que habrían sido autores de la denuncia, se sospecha, buscando tomar posesión de la propiedad.

Hace tres meses que Octavio está en la calle y en las últimas horas decidió hace pública situación, para  negar haber sido autor de hechos de violencia. “Estaba enfermo de un oído y le dije a mi señora que me iría a la cama porque no me sentía bien. A las cinco de la tarde, cuando me levanté ella no estaba, y como a las seis, cuando ya estaba medio oscuro, apareció el nieto buscando su ropa y plata. Le pregunté qué pasó con Inés. ¿Cómo qué paso? Si vos le pegaste, me dijo y se fue”, relató a Radio 3.

Luego, Octavio se sorprendió cuando la policía llegó a su casa y le dijeron que tenía que irse. "No sabía qué había pasado, pensé que mi mujer se había muerto, me encontré asustado totalmente porque nunca en la vida tuve problemas con la policía. Nunca pasé por estas cosas que estoy sufriendo hoy”, dijo.

Respecto de la situación que vive su esposa, dijo que “ella está viviendo en su casa, le pusieron una mujer que la cuida”. El abuelo sostiene que la denuncia fue planificada por los hijos de ella para sacarlo de la chacra: “Si ella no sabe nada de lo que está pasando: no está consciente”, aseguró.

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