El subcomisario Gabriel Segundo Cayupul y la sargento Patricia Elizabeth Gajardo, están siendo juzgados ante un tribunal presidido por el juez penal Ariel Francisco Quiroga, por estar acusados como presuntos autores de los delitos de privación ilegítima de la libertad, vejaciones y abuso de autoridad. En la primera jornada se escucharon las declaraciones de siete testigos.

Al inicio del juicio oral y público, la Procuradora Fiscal Marisol Sandoval, presentó su teoría del caso y desarrolló los hechos ocurridos el miércoles 29 de abril de 2020, en la localidad de Ricardo Rojas. Luego explicó las calificaciones legales escogidas.

Por su parte, el abogado Gustavo Oyarzun, representante de la querella autónoma privada, confirmó que coincidían con la plataforma fáctica esgrimida por la fiscalía. A ello, agregó que, al concluir el debate, los imputados van a ser condenados conforme a la calificación legal propuesta por la parte acusadora.

En tanto, el abogado defensor particular Carlos Cerbino, señaló que mediante las pruebas que se van a producir en el juicio, lograran probar que la denunciante violó las medidas normativas establecidas al inicio de la pandemia por “Covid 19”. En esta línea de pensamiento, Cerbino, consideró que la víctima realizó una denuncia contra los dos empleados policiales, para intentar aliviar su situación penal.

Testigos

Según informó el Ministerio Público Fiscal, el primer testimonio del juicio correspondió a la víctima. La mujer relató las circunstancias por las que llegó a Ricardo Rojas, para desempeñar su profesión de médica veterinaria.

En este contexto, relató las cuestiones vinculadas a su trabajo y relaciones sociales con los vecinos de la localidad cordillerana. Asimismo, recordó las razones por las que se acercó a la comisaría, el miércoles 29 de abril de 2020.

En este sentido, declaró que su intención era explicar las razones sobre porque su vehículo se encontraba estacionado bajo techo, en el domicilio de una vecina. Según testificó la denunciante, el objetivo era resguardarlo de las bajas temperaturas.

A ello, sostuvo que previamente su vecina, se había comunicado con ella telefónicamente, para informarle que seis policías se presentaron en su casa, con el propósito de constatar que no se estaba desarrollando una reunión social. Las sospechas de las autoridades, surgieron al observar que la camioneta de la víctima, se encontraba estacionada en cercanías de un local que funciona bajo la actividad comercial de comedor-bar.

En este marco, la profesional, describió las situaciones denigrantes a las que fue sometida en la dependencia policial. También se refirió al trato humillante y los insultos expresados por el entonces oficial Cayupul. Para concluir, la víctima, expuso la sensación de miedo e impotencia que le provocó toda la situación.

Asimismo, la segunda testigo, confirmó que la policía se presentó en su casa y le preguntaron en donde estaba la médica veterinaria. Luego, sostuvo que el responsable de la comisaría, comenzó a insultarla, llamándola “chilota de mierda.”

Otros dos testimonios, estuvieron vinculados a la información que habían escuchado por parte de la víctima, respecto de lo que le había sucedido en la comisaría.

En la ocasión, se escucharon los relatos de las intervenciones efectuados por dos integrantes de Gendarmería Nacional y las pericias realizadas por la Licenciada en Ciencias Criminalísticas del ministerio Público Fiscal. Finalmente, Quiroga, estableció un cuarto intermedio hasta mañana a las 08:30.             

El caso

El hecho investigado por la fiscalía ocurrió el 29 de abril de 2020, en la comisaría de Ricardo Rojas. En esa ocasión, la víctima se presentó en la dependencia con la intención de dialogar con el personal policial. En tanto, al llegar al lugar, detrás de ella arribó el móvil policial. De ese vehículo, descendió el oficial inspector a cargo de la comisaría, Gabriel Cayupul.

Luego de discutir con la denunciante, el oficial la tomó de su brazo derecho y por la fuerza la ingresó a la dependencia policial. Finalmente, la arrojó en el baño de la comisaría.

Asimismo, se supo que unos minutos más tarde, ingresó la agente Gajardo. La empleada policial le indicó a la víctima, que por órdenes del jefe de la comisaría debía desnudarse por completo. Según manifestó la mujer policía, el fundamento de su exigencia era a los fines de poder constatar si la víctima llevaba entre sus prendas algún arma de fuego o cuchillo.

Más tarde, la acusada le ordenó a la víctima que se vistiera. Luego la trasladó a la oficina del responsable de la dependencia policial de Ricardo Rojas. Allí, el oficial Cayupul, volvió a insultar a la mujer detenida.

A ello, se agregó que las autoridades policiales, en ningún momento, le informaron los motivos de su detención. Por último, se indicó que la mujer permaneció retenida -de manera ilegal- por el plazo de dos horas aproximadamente.

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