Denunció 16 veces a su ex por violencia: “Quiero seguir viva”
En el último año Katerine tuvo que mudarse seis veces y consiguió ocho perimetrales, pero nada fue suficiente para detener la violencia de su expareja. Cansada de la falta de respuesta de la Justicia, escribió un desgarrador pedido en las redes sociales.
LA PLATA - Katerine vive un verdadero infierno. Durante el último año, la mujer que vive en la ciudad de La Plata, debió mudarse seis veces para tratar de escapar de la violencia de su expareja, a la que ya denunció en 16 oportunidades y logró ocho perimetrales.
Sin embargo, nada de eso fue suficiente para evitar las constantes amenazas. “Quiero seguir viva”, escribió desesperada en sus redes sociales, y después se dirigió directamente a la Justicia: “Necesito que esté preso”.
El calvario de Katerine empezó hace un año cuando se separó del padre de sus hijas. Desde entonces, no paró de recibir amenazas. La última vez que le pegó fue en la calle y la brutal golpiza que recibió quedó registrada en una cámara de seguridad, motivo por el cual quedó detenido.
Sin embargo, la causa se caratuló como “lesiones leves” y puede quedar libre en cualquier momento.
Por ello, aterrada por la situación, Katerine contó su historia en las redes sociales y pidió que ayuden a difundir su historia.
“Sé que no es el lugar para estas cosas, pero no encuentro otra manera de que me escuchen!. Hace más de un año que estoy separada de esta persona y sufro constantes agresiones físicas, verbales y psicológica de él y de su actual pareja!”, comenzó su relato.
Y continuó: “Me vivo mudando de casa en casa para resguardarme y proteger a mis hijas. Terminé en el hospital varias veces. Tengo miedo de que me mate ya que es una persona muy agresiva“.
Además, la mujer publicó varias fotos que muestran las secuelas de la agresión, así como también la nueva denuncia que hizo en su contra.
“Quiero seguir viva para poder estar con mis hijas”, manifestó. De acuerdo a su relato, el hombre le sigue enviando amenazas a su celular y se le aparece para amenazarla en su casa o en la calle. “No puedo ir a trabajar tranquila”, remarcó. “Necesito que alguien haga algo, que el juez lo meta preso”.