El 4 de junio de 2020, Guillermo Cuenca, un vecino de Mar del Plata de 61 años le disparó un tiro en el pecho a su hijo. El joven no sobrevivió y murió de un paro cardiorrespiratorio horas más tarde. Este martes comenzó el juicio que le dictará la sentencia. En su declaración a la policía dos años atrás, el padre confesó el crimen: "Le disparé porque me tenía cansado".

Desde esa fecha, el hombre está detenido. El hecho había ocurrido en la casa familiar que compartían sobre la calle Figueroa Alcorta al 2000. Hasta ese momento, la relación entre padre e hijo no era nada buena. Al contrario, estaba enmarcada en peleas, amenazas y promesas de muerte.

Testigos ​de esas situaciones contaron que muchas veces estaban motivadas por el mal carácter del padre y el consumo de drogas por parte del hijo.

La Policía se acercó en más de una oportunidad a la vivienda para poner orden, luego de las denuncias por parte de los vecinos. Incluso, se supo que la hermana de Diego había dejado la casa en 2017, ya que su hermano la agredía y le daba miedo, según señaló La Capital de Mar del Plata​.

La situación explotó el día del crimen. Una primera discusión anticipó el trágico final. Ese 4 de junio, la esposa de Cuenca intervino para apaciguar la tensión y llamó al 911. Al llegar, los efectivos encontraron a ambos calmados por lo que se retiró del lugar. Esa tranquilidad duró poco. Horas después, Cuenca y su hijo Diego, que tenía 28 años, volvieron a pelearse y el joven optó por irse de la casa.

"Si vuelve le voy a pegar un tiro", fue la advertencia del hombre frente a su esposa, quien no le creyó.

En horas de la noche, la víctima regresó al domicilio y se encontró con la respuesta letal de su padre. Le apuntó a su hijo en el pecho y le disparó un tiro mortal ​con un pistolón calibre 14 marca Ranger que fue a buscar a su habitación.

La Policía recibió el alerta y el joven fue trasladado en una ambulancia del SAME al Hospital Interzonal, pero murió de un paro cardiorrespiratorio debido a la gravedad de la herida.

"Le disparé porque me tenía cansado", le gritó Cuenca a los agentes. Fue detenido y luego, en declaraciones ante el fiscal Pablo Lódola, el hombre confesó el crimen.

Este martes, comenzó el debate en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 y cuenta con jurados populares. Cueca llega imputado por el delito de "homicidio agravado por el vínculo".En principio, la investigación estuvo a cargo del fiscal Pablo Lódola, pero la fiscal en el debate será Romina Díaz, quien sostendrá esa carátula. ​

La defensa de Cuenca se centró en explicar el contexto del conflicto con la víctima, quien según testigos tenía adicciones, y que el disparo fue en el marco de legítima defensa.

El último relato de la víctima

Diego Cuenca llegó a salir de su casa. Pidió ayuda a los gritos. Ante el alerta, los vecinos salieron y el joven se sacó su campera hasta quedar con el torso desnudo y mostrar la herida.

"Me disparó mi viejo, llamá a una ambulancia y dame agua", alcanzó a balbucear antes de caer. 

Uno de los vecinos llamó inmediatamente al 911, pero volvió rápido a entrar a su casa. Es que había salido Guillermo Cuenca, quien le gritó: "¿Qué hacés? No te metas y andate para adentro".

Al llegar la Policía, ​la víctima estaba tendida en el pasto boca arriba. Y ahí fue el momento de la cruel confesión.

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