Los policías Walter Carrizo, Jorge Luciano Sosa y Vilmar Quintrel fueron condenados a prisión perpetua por haber torturado y asesinado a Jorge Gatica mientras estaba esposado en la Comisaría 45 del barrio Anai Mapu, en Cipolletti. Andrea Henríquez, también integrante de la dependencia, fue sentenciada a cuatro años y seis meses de prisión por no haber intervenido para evitar la golpiza, pese a su rol jerárquico.

El fallo también impone la inhabilitación absoluta y perpetua para ejercer cargos públicos a los cuatro agentes. Las penas fueron solicitadas durante la audiencia de cesura realizada el 11 de junio, tras el veredicto unánime del jurado popular del 22 de mayo, que los halló culpables del brutal crimen.

Un crimen cometido en la comisaría 

Gatica fue detenido y llevado a la Comisaría 45, donde los tres efectivos lo atacaron con golpes de puño, patadas, rodillazos y elementos romos, mientras permanecía esposado. El joven recibió 184 lesiones y murió por una hemorragia interna. Henríquez, quien presenció el ataque, no intervino ni pidió auxilio. En su lugar, cambió al guardia a cargo de vigilar a la víctima, una acción que resultó inútil.

El fiscal jefe, Santiago Márquez Gauna, había solicitado la pena máxima para los tres policías varones, delito que el Código Penal sanciona únicamente con prisión perpetua. La querella apoyó el pedido y las defensas no lo discutieron. Henríquez, en tanto, permanecerá bajo prisión domiciliaria hasta que la sentencia quede firme.

Un juicio histórico en Río Negro

El juicio oral se desarrolló entre el 12 y el 22 de mayo con la declaración de 61 testigos y la incorporación de pruebas documentales, forenses y registros fílmicos. El jurado popular, compuesto por seis mujeres y seis hombres, deliberó por tres horas y media y emitió un fallo unánime de culpabilidad.

La transmisión en vivo a través del canal oficial del Poder Judicial de Río Negro fue parte de la política de transparencia institucional. La muerte de Gatica, ocurrida bajo custodia del Estado, generó una fuerte conmoción pública y reavivó el reclamo por el control de la violencia institucional.

Un quinto policía, condenado en un proceso abreviado 

En paralelo, el oficial Gastón Moraga, a cargo de la comisaría la noche del crimen, fue juzgado por separado. Admitió no haber impedido la agresión a Gatica y firmó un acuerdo de juicio abreviado, en el que se lo condenó a tres años de prisión condicional, inhabilitación permanente y reglas de conducta. La calificación legal fue omisión funcional dolosa e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

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