MISIONES - El Tribunal Oral penal Nº 1 de la Ciudad de Eldorado condenó a Maria Ovando a 20 años de cárcel por haber facilitado el abuso sexual de una hija y una nieta. Los abusadores, dos jóvenes de 24 años (tenían 17 años en el momento de los hechos), también fueron hallados culpables y recibieron penas de 18 y 12 años de prisión.

El final no fue el esperado por la mujer ni por los defensores, que habían criticado seriamente la investigación y la forma en que fueron recogidas las pruebas durante el proceso, apunta Clarín.

Los abogados de los acusados cuestionaron las metodologías utilizadas por los investigadores durante los interrogatorios a las nenas en Cámara Gesell, y buscaron presentar a los atacantes como “niños” que debían haber sido juzgados por un Juzgado de Menores. Esos argumentos usados para derribar las pruebas no fueron suficientes.

El Tribunal, integrado por los jueces Lyda Gallardo, Teresa Ramos y Eduardo Jourdan, dio a conocer lo esencial el fallo a media mañana del miércoles. Los fundamentos se difundirán recién el 11 de noviembre, día en que también comenzarán a correr los plazos para un eventual pedido de revisión del fallo ante el Superior Tribunal de Justicia de Misiones.

Desde temprano, militantes de organismos de derechos humanos y feministas se habían concentrado frente a la sala de juicio para apoyar a Ovando, tal como sucedió hace ocho años, cuando fue juzgada y absuelta por la muerte de una hija desnutrida, a la que enterró en la selva.

Previendo incidentes en caso de una condena, la Policía envió a grupos de Infantería fuertemente pertrechados para custodiar el lugar del juicio. Cuando Ovando era retirada del lugar hacia el patrullero que la llevaría a la Unidad Penal V, donde comenzará a cumplir la sentencia, hubo algunos incidentes menores. En el asfalto, frente al Tribunal, quedaron pintadas contra el fiscal Federico Rodríguez, a quien los defensores de Ovando calificaron de machista y misógino.

UNA HISTORIA DE VIOLENCIA

María Ovando, de 46 años, es analfabeta y tiene una vida marcada por la violencia. A los trece años fue entregada a un hombre con el que tuvo nueve hijos. Con una segunda pareja tendría otros tres. Para el Estado, Ovando parece haberse hecho visible recién en marzo de 2011, cuando Carolina, de tres años, murió por desnutrición y ella, asustada, la enterró cerca de un arroyo y volvió a su casa para atender a las gemelas que había parido días atrás.

El caso llegó a la Justicia y María terminó en una celda. Estuvo presa más de un año, hasta que un Tribunal la absolvió en 2012. Para las organizaciones de derechos humanos y feministas que acudieron en su auxilio, el de ella fue un caso paradigmático de criminalización de la pobreza.

Dos años después, la Justicia volvió a la carga. Una cuestionada jueza de Familia le quitó la tenencia de sus hijos y se los entregó a una abuela paterna, por considerar que los menores estaban en una situación de abandono.

Esa mujer se presentó un mes más tarde y realizó una denuncia porque una de las hijas de Ovando le había contado que había sufrido abusos reiterados en la casa que compartía con su madre y sus hermanos en Eldorado. Después se supo que también una nieta de María había corrido la misma suerte.

Las sospechas por los ataques sexuales recayeron sobre Marcos Laurindo, un joven de entonces 17 años que estaba en pareja con María, y sobre un amigo de él, Lucas Ferreira, de la misma edad. El proceso contra María empezó después, cuando una de sus hijas reveló que buscó ayuda en su madre para que cesaran los abusos y como respuesta encontró una cachetada y una advertencia para que dejara de mentir.

Los dos jóvenes fueron detenidos, mientras que María llegó al juicio oral en libertad. Su defensa cuestionó con dureza el trabajo del fiscal Rodríguez. “Tiene una posición contra María hasta ideológica, es evidente”, dijo el abogado Eduardo Paredes. Y agregó que nunca debería haber formulado la imputación. "La única explicación es su propia misoginia”, dijo Paredes.

Para voltear la principal prueba que existía en el expediente, los defensores Paredes y Roxana Rivas sostuvieron que las entrevistas en Cámara Gesell realizadas a las nenas tenían “serias fallas metodológicas” y que en las mismas se advierte “falta de espontaneidad y contradicciones”. Las respuestas de las nenas, dicen, posiblemente fueron inducidas por la mujer que radicó la denuncia y tenía su custodia.

Desde distintas organizaciones se sostuvo que la Justicia de Misiones buscaba “estigmatizar” a María y presentarla como “una mala madre que omitió evitar los abusos” que sufrieron una hija y una nieta. Y señalaron que la Justicia estaba llevando el caso sin perspectiva de género.

Después de escuchar la sentencia condenatoria, el fiscal dijo que “se hizo justicia” y que “no había ninguna duda desde el punto jurídico para que el veredicto sea otro”. Además, indicó que con la condena “se terminaron los privilegios de Ovando”.

Rodríguez dijo que pidió una pena mayor para María que para los jóvenes abusadores porque ella “tenía una mayor responsabilidad. Por ser la madre, debía garantizar la integridad física de sus hijas. Ella estaba al tanto de lo que ocurría en su casa”, dijo el fiscal. Además, sostuvo que de los abusos participaron otras personas que no pudieron ser identificadas.

Por su parte, otro defensor de Ovando, José Luis Fuentes, dijo que recurrirían a todas las etapas de la Justicia. "No está a Derecho este fallo, creemos que esto se va a revertir”, señaló.

Mientras que el Equipo Misionero de Derechos Humanos, Justicia y Género, una de las organizaciones que apoya la absolución de los imputados por los abusos, sostuvo que con el fallo “el Tribunal convalida el deficiente y arbitrario trabajo acusatorio realizado por la Fiscalía, así como la serie de abusos, atropellos y hostigamiento judicial al que la Justicia de Familia sometió a María Ovando en el breve tiempo en que recuperó la guarda de sus hijas y su nieta”.

Y agregaron que la Justicia de Misiones “vuelve a mostrar con este fallo su arbitrariedad y su espíritu corporativo, ya que lejos de investigar la verdad y proteger a las niñas, falla para encubrir las gran cantidad de irregularidades cometidas por los agentes judiciales en este caso”.

Además, consideraron “ilegal” la detención de Ovando apenas se conoció el fallo porque “siempre estuvo sujeta a derecho y la sentencia aún no se encuentra firme”. En ese sentido, dijeron que este jueves presentarán un pedido de excarcelación.

Fuente: Clarín

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