Una cacería clandestina terminó con una fuerte sanción económica y la intervención de las autoridades rurales. Un hombre fue detenido el domingo por la tarde sobre la Ruta Nacional 250, a la altura del kilómetro 126, cuando circulaba en un vehículo que remolcaba un carro cargado con cuatro perros utilizados para la caza de jabalíes, sin ningún tipo de control ni autorización.

El operativo fue realizado por personal de la Brigada Rural de General Conesa, que detectó el carro desvencijado y decidió inspeccionar la situación. Al detener el rodado, descubrieron que los animales estaban encerrados sin bozales ni correas, expuestos al calor y sin medidas mínimas de seguridad. Además, no contaban con libreta sanitaria ni documentación que acreditara su uso legal en actividades cinegéticas.

La gravedad del caso aumentó al constatar que el sujeto tampoco tenía permiso para cazar, ni la autorización del propietario del campo donde presuntamente se realizaría la incursión. Como si fuera poco, la actividad se realizaba en horario nocturno y desde la vía pública, lo cual viola de forma directa la normativa que regula la caza en la provincia de Río Negro.

En paralelo, al verificar la documentación vehicular, los agentes comprobaron que el hombre no contaba con el seguro obligatorio, ni del vehículo ni del remolque. Esta falta constituye una infracción directa a la Ley Nacional de Tránsito N° 24.449, agravando aún más la situación del infractor, que fue notificado y quedó expuesto a una fuerte sanción económica.

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