COMODORO RIVADAVIA - El policía Simón Saiegg murió el 20 de febrero de 2016. Tenía 31 años, y había estado casi una semana internado en terapia intensiva en el Hospital Regional tras sufrir quemaduras en el 70% de su cuerpo, en un confuso hecho ocurrido en su vivienda cuando el policía estaba con su novia. Saiegg fue encontrado por un grupo de efectivos que filmaron los últimos segundos de lucidez en busca de un testimonio que revele lo ocurrido. Según la familia del oficial fallecido, fue la propia pareja la que perpetró el ataque y borró las evidencias.
La familia, que reclama avances en la investigación, indica que una pericia reveló que las ropas del policía estaban embebidas en líquido inflamable, y que le fuego se inició de manera directa sobre su persona.
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Todo sucedió el 14 de febrero de 2016 en la vivienda de Saiegg, en calle Código 2411 al 1.200 de Km.8, cuando el oficial estaba junto a su novia, María Luisa Santa Cruz, el hermano de ella y su pareja. Si bien los testigos indicaron que la ropa del policía se prendió fuego por una chispa mientras limpiaba una parrilla con líquido inflamable, la familia Saiegg sigue sosteniendo que Simón fue víctima de un ataque, y cuestiona los diferentes elementos que entorpecieron la investigación, como la demora en solicitar atención médica y la limpieza que se realizo en la vivienda. También denunciaron la desaparición de un disco rígido con datos de investigaciones del oficial Saiegg.
A más de tres años de su muerte, la familia reclama la falta de avances en la investigación. Ángela Saieeg, hermana de Simón, dijo a Crónica que “la última semana retiramos una pericia que hicieron en Rawson, es una prueba de cómo se habría producido el fuego. No sólo se probó que la ropa de Simón estaba embebida en un solvente inflamable sino que también se determinó que el fuego no se inició por una chispa sino que se trató de fuego directo”.
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“Esta pericia estaba lista desde el mes de diciembre pero la fiscal a cargo de la causa no nos dijo nada y nos dio a entender que no se podía hacer más nada, cuando los peritos están convencidos de que se pueden hacer más pruebas”, criticó.
“Nos sentimos abandonados por parte del Estado, la mayoría de mi familia es policía, yo soy funcionaria policial y cuando pasan estas cosas te sentís abandonado, tuvimos que conseguir un abogado querellante para que nos asesore", lamentó en diálogo con Crónica, y enfatizó que "desde un principio pedimos que fuera la Policía Federal la que estuviera con la causa. Hay desinterés por parte de la Fiscalía y una clara intención de archivar el caso”.
