Asalto de película en la Patagonia: maniató a empleados, atendió a un cliente y quiso romper una caja fuerte
El delincuente actuó solo y armado; mantuvo cautivos a tres trabajadores de una estación de servicio y simuló ser uno de ellos durante el violento robo.
Una estación de servicio Shell ubicada sobre la ex Autovía Norte, hoy Ruta Nacional 22 en Neuquén capital, fue escenario este lunes de un cinematográfico y violento asalto armado. El hecho ocurrió durante la madrugada, alrededor de las 3, cuando un delincuente ingresó con una pistola y un cuchillo, redujo al personal y simuló ser un empleado para no despertar sospechas.
Según confirmó el comisario inspector Cristian Cuevas, el ladrón apuntó desde la playa de carga a un empleado de seguridad y lo obligó a ingresar a una oficina, donde también retuvo a otros dos playeros. Una vez encerrados, exigió a los gritos la llave de la caja fuerte. Aunque en un principio los trabajadores aseguraron desconocer su ubicación, el delincuente terminó hallándola y procedió a intentar abrir el compartimiento con una amoladora portátil que llevaba en una mochila.
No logró su objetivo, pero sí destruyó parte del sistema de seguridad: roció las cámaras con aerosol rojo y echó agua destilada donde había trabajado con la herramienta, en un claro intento de eliminar huellas o pruebas. Durante ese tiempo, el hombre se colocó la campera de uno de los empleados y atendió a un cliente, cargándole 30 mil pesos de combustible sin levantar sospechas.
El delincuente, que actuó solo, también se llevó dos teléfonos celulares pertenecientes a los trabajadores y escapó por la parte trasera del establecimiento antes de que pudieran pedir ayuda. Una vez liberados de los precintos plásticos con los que fueron atados, los empleados alertaron a la Policía, que llegó a la escena junto al personal de la Comisaría 20 para levantar evidencia y revisar registros de video.
Cuevas precisó que el autor del robo llevaba ropa oscura, medía aproximadamente 1,70 metros y tenía contextura delgada. Pese a la tensión vivida, ninguna de las víctimas sufrió lesiones físicas, aunque permanecieron bajo supervisión médica por el impacto emocional del hecho.
