COMODORO RIVADAVIA - El último fallecido fue Néstor Soviers, el futbolista de Diadema Argentina que hace nueve días perdió el control de su Chevrolet Corsa, cuando transitaba por la ruta Provincial 39 para ir a jugar un partido en Kilometro 14 junto a sus compañeros de trabajo.

La muerte de Soviers pegó hondo en la ciudad, especialmente en Kilometro 27, no solo porque era conocido en el ambiente del deporte, sino por la polémica que despertó su muerte tras ser trasladado al Hospital Regional, luego de haber estado a la espera de una ambulancia por alrededor de una hora.

Su deceso se suma a una larga lista de fallecidos este año en accidentes viales en Comodoro Rivadavia que hasta hoy asciende a diecinueve personas, es decir ocho más de las once que se registraban para la misma fecha en 2014.

Así lo confirman los datos que aportó a El Patagónico la Agencia Provincial de Seguridad Vial, dependiente de la Secretaría de Seguridad y Justicia de Chubut.

Los fríos números indican que dentro del ejido urbano fallecieron quince hombres y cuatro mujeres en una franja etaria de un año a más de 75. La mayor cantidad de víctimas fatales se sitúa en el segmento de entre 15 y 34 años. En doce casos las víctimas fueron los conductores (dos en moto), y en dos el acompañante (uno en moto). El resto fueron peatones: cinco víctimas fatales.

Según el informe de la Agencia, la mayor cantidad de estos accidentes sucedieron domingo, lunes y miércoles, principalmente en el horario de 6 a 12; y "la negligencia y distracción del conductor" fue la principal causal al momento del accidente. Luego también influyó "el exceso de velocidad", "la negligencia del peatón", "presencia de alcohol en sangre", y solo en un caso se registró "una falla mecánica".

Con las conclusiones del informe coincide en parte Emilse Cabero, capacitadora en manejo defensivo del Instituto Argentino del Petróleo y Gas (IAPG), quien educa a los operarios petroleros que tienen que realizar cursos como requisito para poder conducir vehículos en la industria. "Para mí está todo muy relacionado al tema de la velocidad y mucho alcohol en sangre", afirmó.

"También la falta de conciencia del riesgo. La gente todavía no cayó que es mortal el vehículo, no reacciona, no tiene noción, ni educación de análisis de riesgo al momento de conducir", alertó.

"Hay desconocimiento de las normativas, pero tampoco se aplica el sentido común porque que se tienen que poner el cinturón todo el mundo lo sabe, pero la gente no lo usa; que no se puede tomar alcohol porque si tomo dos copas de vino ya tengo alcohol en sangre también, pero la gente hasta que no está vomitando no deja de tomar. Entonces anda con una graduación que cree que puede, pero no puede conducir", agregó la especialista.

Las apreciaciones de Cabero coinciden con la radiografía vial de lo que pasó durante el año, donde se registraron por lo menos cuatro muertos en presuntas carreras callejeras y uno por alcohol en sangre. Además de otros que no utilizaron cinturón de seguridad.

Al margen de Néstor Soviers, otra persona que falleció este año fue el canillita Sergio Faúndez, quien resultó embestido en la madrugada del 21 de enero en el centro cuando repartía diarios en una moto de baja cilindrada.

Por esa muerte fue imputado Brian Alexis Smith, quien conducía la camioneta que lo embistió en la esquina de Ameghino y Belgrano, luego de que saliera de un local nocturno con 2,96 gramos de alcohol por litro de sangre, según la acusación de la fiscalía.

El caso ya fue elevado a juicio con Smith imputado por "homicidio culposo en calidad de autor", con una pretensión punitiva de cuatro años de prisión e igual plazo de inhabilitación para conducir.

Un mes después de ese accidente también falleció Pablo Quintas, un joven trabajador petrolero de 19 años, que el 28 de febrero se estrelló contra una palma de alumbrado público en la zona alta de Kilómetro 4, un domingo por la mañana.

Luego seguirían en esta lista fatal Silvina Vanesa Fernández, de Caleta Olivia y Mario Augusto Viñales, de 32 años, también de esa ciudad, quienes iban en un Ford Falcon que presuntamente corría una carrera callejera en la zona de Yrigoyen y Constituyentes.

El joven habría perdido el control del vehículo y se estrelló contra un árbol. Fernández perdió la vida en forma instantánea y Viñales falleció días después. Mientras, Julio Inostroza, de 24, que iba sentado en la segunda butaca delantera, sufrió graves heridas y la amputación de una pierna.

Fernando Ramón Guzmán (42) y Axel Santiago Quiñones (18), en tanto, murieron el 25 de abril en un choque frontal en una violenta madrugada, donde también se produjo un accidente que dejó a una joven gravemente herida y otros cinco lesionados.

Esa madrugada Quiñones, de Rada Tilly, se dirigía hacia Kilómetro 8 junto a Pablo Nahuelanca y un menor de edad, de 17 años identificado con las iniciales L.C. Lo hacía desde Kilómetro 5 por la ruta 1 en un Volkswagen Gol.

Aparentemente protagonizaban una carrera callejera junto a otros dos vehículos. Se presume que Quiñones intentó superarlos en la zona del hotel "El Secreto", que se encuentra en la rotonda ubicada entre Kilómetro 5 y Kilómetro 8, cuando impactó de frente en la mitad de los dos carriles contra el Renault Sandero que conducía Ramón Guzmán (42), de Kilometro 8, quien iba solo.

Ambos conductores fallecieron minutos después del accidente, mientras que los acompañantes de Quiñones salieron por sus propios medios del habitáculo, pese a los diversos golpes y politraumatismos en la cabeza que sufrieron.

En ese mismo lugar había perdido la vida diez días antes, Adela Aguilar, una mujer que circulaba junto a su nieto de 8 meses por ruta 1 desde Kilómetro 8 y antes de llegar a la misma rotonda chocó con un remis conducido por Jorge Bellido.

EDUCAR Y MODIFICAR HABITOS 

Todos los accidentes fatales mencionados anteriormente ocurrieron dentro del ejido urbano de Comodoro Rivadavia, muchos de ellos en los caminos interurbanos de la ciudad. Pero además de las diecinueve personas fallecidas, este año ya hubo más de 1.453 accidentes viales de distinta magnitud en esta ciudad, tanto sin heridos, como con heridos leves o graves, según indica el informe de la Agencia Provincial de Seguridad Vial.

Los números alarman si se comparan con años anteriores. En 2014 hubo a la misma fecha once víctimas fatales. Sin embargo, pese a ese panorama, Cabero es optimista y cree que es posible bajar estos índices. Para ello considera que es necesario educar a la comunidad y que el conductor sea capaz de analizar el riesgo que implican los distintos sectores de la ciudad.

De esta forma, entiende que quienes conducen deberían tener en cuenta el entorno: la presencia de una plaza y niños corriendo, la distancia entre un vehículo y otro ante una posible frenada, pero también tomar conciencia de lo que significan estos caminos interurbanos, los cuales son considerados avenidas donde se puede circular a una velocidad máxima de 60 km/h. Sin embargo, son transitados a velocidades que incluso superan los 100 km/h, ya que son tomados como rutas.

"La gente cree que es una ruta, pero son avenidas. Tenemos que estar atentos y respetar la cartelería porque en el 3 tenés el Biología Marina y el CERET, y en el centro el Perito Moreno, la ENET".

"Es un hábito que se puede cambiar con los años. Lo que pasa que es dificultoso, pero se puede cambiar porque a los grandes nos tienen que controlar y a los chicos enseñarles desde el colegio. Es la única manera de cambiar un mal hábito", sentenció la capacitadora.

Fuente: El Patagónico

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