A 4 años de la desaparición de Marcela López Frey en Santa Cruz, su familia sigue sin saber qué pasó
La mujer de 61 años fue vista por última vez el 22 de mayo de 2021 en Río Gallegos. A pesar de los rastrillajes, pericias y testimonios, nunca se pudo establecer lo que sucedió con ella.
En la fría tarde/noche del 22 de mayo de 2021, Marcela López Frey salió de su casa en Río Gallegos, Santa Cruz y nunca más regresó. Desde entonces, pasaron ya cuatro años de búsqueda, pericias, teorías e hipótesis que no lograron establecer qué pasó realmente con ella.
Marcela tenía 61 años, era madre de cuatro hijos (Claudia, Analía, Marito y Rocío) y seis nietos menores de edad, además de dueña de un hotel de la zona. Vivía en una casa de la calle Bouchard, en la capital provincial, junto a Roció. El día de su desaparición compartieron una comida, tortilla de papas y también unos mates, antes de que la joven se fuera a trabajar. Ese momento compartido fue la última vez que la vio.
Luego, su madre salió con calzas negras, una campera del mismo color con detalles rojos, zapatillas oscuras y salió a caminar por la zona de la costanera. Antes, pasó por un kiosco a comprar mentitas. Cabe recordar que en plena época de pandemia, su hija Analía se cruzó con su madre por casualidad pero no pudo reconocerla al llevar barbijo.
Horas más tarde, Rocío volvió del trabajo y encontró la puerta abierta de la casa. Además, encontró la billetera de mamá con $20.000, estaba en el auto, pero sin los seguros. Asimismo, no encontró su celular.
Esa situación, despertó las sospechas y la denuncia de desaparición. La causa recayó en el Juzgado de Instrucción N.º 2, entonces a cargo de la jueza Valeria López Lestón. En ese marco, al día siguiente, hallaron su ropa y sus zapatillas cerca del portón del muelle y la marea alta. Por lo tanto se pensó en una drástica decisión personal.
Cabe recordar que hubo un dato de vecinos y una cámara de seguridad que observaron a Marcela caminando rumbo al muelle. alrededor de las 20 horas.
En el marco de la investigación, la justicia sostuvo que Marcela se habría tirado a las aguas en el marco de un cuadro de angustia o depresión, teniendo en cuenta pericias psicológicas.
Si bien su familia nunca creyó en esa hipótesis, recordaron algunas situación que impactaron en la familia. Analía,una de las hijas de Marcela habló con la prensa y recordó que “pasó muchas cosas: la muerte de mi abuelo, el ACV de Raúl... pero siempre salió adelante. No nos cierra que se haya querido suicidar”.
De esta manera, contrataron a Marcos Herrero, un adiestrador de perros, que los engañó asegurando que tenía técnias para encontrar a personas desaparecidas. Sin embargo, lo que parecía ser una opción víable para dar con Marcela, se convirtió en una situación que complicó la causa.
En medio de su intervención, se supo que Herrero sin orden judicial ingresó a la casa de la expareja de Marcela y dijo haber encontrado restos óseos y hasta billetes termosellados. Pero se comprobó que eran billetes falsos de un conocido juego de mesa. Intentó fiajr la teoría de un secuestro y femicidio, sin embargo fue el propio Tribunal Superior de Justicia, que dio por terminada esa versión. "No hay ningún indicio de femicidio ni denuncia al respecto", señalaron.
De esta manera, Herrero perdió timepos claves para la causa. A lo largo de los años se hicieron rastrillajes con fuerzas policiales, bomberos y vecinos, recorriendo varios sectores de la zona. Sin embargo, nunca hubo resultados positivos. Hoy a 4 años de ese hecho, no hay resultados que esclarezcan lo que pasó con Marcelo López Frey.
Con información de La Opinión Austral, redactada y editada por un periodista de ADNSUR
