El abogado de la familia de Josué Salvatierra, uno de los dos adolescentes encontrados sin vida el jueves pasado en un descampado del partido bonaerense de Florencio Varela, cuestionó la hipótesis oficial sobre un robo seguido de homicidio. "Los chicos vieron algo y los mataron para callarlos", afirmó Carlos Diéguez, quien representa a la familia del joven de 14 años.

Según Diéguez, la hipótesis del robo no es plausible. "No es un robo común. Lo que ocurre en esa zona es el narcotráfico, con fisuras y personas vinculadas al narcomenudeo", explicó en declaraciones con los medios nacionales.

"Es difícil creer que alguien use tanta violencia para robar dos celulares y una mochila a chicos que ni siquiera se defendieron", añadió el abogado, quien también puso en duda la versión policial del caso.

Para Diéguez, la principal línea de investigación sobre el robo resulta "endeble", y refuerza sus dudas por los detalles revelados en la autopsia, que reveló lesiones en el cráneo de ambos adolescentes. 

Josué tenía 14 años y Paloma 16. Iban al mismo colegio, entrenaban juntos y estaban de novios hacía dos meses
Josué tenía 14 años y Paloma 16. Iban al mismo colegio, entrenaban juntos y estaban de novios hacía dos meses
Foto: Infobae

"¿Quién mataría de forma tan brutal a dos chicos por robarles supuestamente dos celulares y una mochila?", cuestionó. En su opinión, la falta de resistencia de las víctimas y el lugar en el que fueron encontrados los cuerpos no encajan con un robo común. "Para un robo de dos celulares, no tiene sentido", destacó.

Según la información publicada por Infobae, la investigación sobre el crimen de los adolescentes, Paloma Gallardo (16) y Josué Salvatierra (14), está en curso. Los cuerpos fueron localizados el domingo 2 de febrero debajo de un puente, cerca de la fábrica de baterías Champion, en la localidad de Bosques, a pocos metros de la plaza.

De acuerdo con un video que circuló en las últimas horas, los jóvenes fueron vistos caminando solos el jueves 30 de enero, alrededor de las 18:00, en dirección al predio ubicado en la intersección de las calles Arturo Capdevilla y Colectora Ruta 36, cerca de las vías del ferrocarril Roca.

Las dudas de Diéguez están relacionadas con la violencia desmesurada empleada en el asesinato y la posible conexión con el narcotráfico en la zona. "¿Qué pasaría si los chicos vieron algo relacionado con el narcomenudeo y los atacaron para callarlos?", preguntó el abogado. "Esto no parece ser un robo común".

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