Karina Caldera nació en Maracaibo, Venezuela, hace 45 años... una ciudad petrolera, como Comodoro, pero de un eterno verano. Luego de casi 3 años viviendo en la ciudad del viento, asegura que ya "casi" está acostumbrada al frío. Llegó buscando la posibilidad de crecimiento junto a su marido, y encontró una ciudad diversa, en gente y costumbres, que le abrió la puerta y le permitió establecerse y emprender. Escuchá su historia.

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"Lo que me impactó fue el viento, cuando llegué de madrugada se sentía demasiado frío. Pero más que el frío, el viento", recuerda, y destaca que "me encantó el mar, y que es una ciudad muy tranquila".

Vino a Comodoro, se quedó a trabajar y encontró una oportunidad para iniciar un emprendimiento

Recordando sus días en Venezuela, Karina menciona que "tenía tres trabajos y no me alcazaba, estaba muy limitado, tenía que hacer algo, y si acá no se podía, tenía que buscar dónde".

En esa búsqueda, Argentina aparece como un destino posible y tangible. "Porque no queríamos viajar y estar de forma ilegal, y aquí veíamos que en tres meses podíamos tener los papeles para trabajar"

"Yo puedo estar ahí, puedo desarrollarme ahí, la legalidad te permite emprender", recuerda que pensó antes de viajar.

Vino a Comodoro, se quedó a trabajar y encontró una oportunidad para iniciar un emprendimiento

Karina es comunicadora social y locutora, aunque menciona que nunca se desarrolló completamente allá, si bien trabajó en algunas emisoras y a través de una universidad pública. Cuenta que también trabajó con su esposo en eventos -el es diseñador gráfico-, como community manager y en tareas administrativas. Todo al mismo tiempo. Y fue cuando decidieron viajar a Argentina.

Aquí en Comodoro dice que aún no busco trabajo en ese área, porque el “español” que se habla en ambos países no es el mismo y no le parece apropiado, hasta que tenga un mejor manejo del idioma. "Al darme cuenta que hay muchos términos que son distintos, para mí significan una cosa y para ustedes significan otra, entonces me parecía muy irresponsable de mi parte dedicarme a eso hasta que no conozca bien el idioma".

Confiesa que lo que más extraña de su ciudad es su familia, algunos de los paisajes que solía frecuentar. Y el mango, porque asegura que los que se consiguen acá "no tienen el mismo gusto".

Quizás fue la añoranza de los sabores de su lugar de origen lo que los llevó a comenzar un emprendimiento de bocados venezolados.

"Mi esposo fabrica tequeños que es algo muy común allá. Son bastoncitos de queso, de un queso venezolano, envueltos en masa, pueden ser fritos o al horno, nosotros los llamamos pasapalos, sería lo que ustedes llaman picada", explica, y asegura que es un infaltable de cualquier cumpleaños, bautismo, casamiento o evento. "Si no hay tequeños, es como que no hubo fiesta", sintetiza

Del Instagram de bocados.sv

"Mi vida acá es tranquila, relajada, es totalmente distinta a lo que era... muy distinta, me siento bien, pero lo que siempre me va a hacer falta es la familia", remarca, y destaca de Comodoro "la tranquilidad, lo pacífico y la diversidad de personas".

¿Qué es "Yo me quedé en Comodoro"?

"Yo me quedé en Comodoro" es un podcast de ADNSUR, conducido por Rocío Barquín, que apunta a conocer la historia de aquellos que llegaron desde otros países y eligieron a esta ciudad para construir su vida.

Comodoro puede ser muchas cosas... Para algunos es su cuna y su hogar, para otros la plataforma para volar... También están ellos, los que llegan y hacen de esta ciudad su lugar en el mundo. Historias de extranjeros que eligieron quedarse en Comodoro. 

Te invitamos a escuchar todos los episodios publicados de "Yo me quedé en Comodoro" y a suscribirte para no perderte ninguno, en la platafoma de SPOTIFY o en GOOGLE PODCAST.

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