Durante la tercera jornada de la Expo Oil&Gas 2022 expuso Marcos Bulgheroni, Group CEO de Pan American, quien consideró que la crisis internacional de precios altos del petróleo y gas “es una mala noticia para Argentina, pero al final del día puede ser una oportunidad”, en referencia al desarrollo de Vaca Muerta y la futura construcción de la primera etapa del “Gasoducto Néstor Kirchner”, que permitirá fijar las bases para que Argentina se transforme en exportador de gas, para lo que se requerirá la posterior construcción de una planta de licuefacción de gas.

Al hacer referencia a la crisis desatada por la invasión de Rusia a Ucrania, el ejecutivo recordó que el contexto internacional previo ya estaba marcado por tensiones, por una escasez de oferta debido a que las políticas mundiales derivadas de las metas de la transición energética, durante los últimos años, “parecían guiadas a castigar a la industria, en lugar de fomentar de fomentar que fuéramos protagonistas de esa transición, invirtiendo en soluciones que bajen la huella de carbono”.

Como resultado de esas políticas internacionales, Bulgheroni describió que la reacción fue una baja en la inversión de la industria hidrocarbrurífera a nivel mundial, lo que se vio en reflejado en una menor producción. Luego, con el recupero de la demanda que se dio posterior a la etapa más crítica de la pandemia, el mercado se caracterizó por una suba marcada de precios, porque la oferta se vio superada. Y a ese contexto se suma la circunstancia de la guerra, con más presión para la suba de precios.

“La guerra presenta un nuevo mundo, donde básicamente hay un shock de oferta producto de las sanciones de occidente a Rusia y donde el mercado ha empezado, desde el primer día y por los próximos 3 ó 6 meses, quien sabe por cuánto tiempo más, a reacomodarse”, expresó.

Tras describir que el mercado mundial no podrá hallar en lo inmediato el reemplazo para los casi 70 millones de metros cúbicos diarios que Europa y otros países compraban a Rusia, indicó que esto provocará una ‘guerra de precios’, ya que el continente europeo busca que las existencias de gas vayan a suplir esa demanda insatisfecha:

“En ese contexto será un año muy difícil y al final del día es una oportunidad también, porque de alguna manera se está reconociendo esta debilidad intrínseca y se pueden cuestionar las políticas antes de la guerra. Debemos hacer políticas que incentiven en petróleo y gas, pero también en renovables”, reflexionó.

“Yo creo en los equilibrios -indicó ante la consulta de cómo se resolverá la situación, cruzada también por la falta de financiamiento-. En los últimos años se fue a un purismo extremo, que no ayudaba a resolver un problema que todos queremos resolver, como es la baja de emisiones de carbono. Esto llevaba a que empresas con buenos proyectos, no obtenían financiamiento para reponer reservas. Yo espero que ahora el mercado financiero entienda que necesitamos, como industria, seguir proveyendo energía abundante y barata al mercado, que además nos ayude a impulsar proyectos de energías renovables y a mejorar la eficiencia”.

Al ser consultado sobre el impacto que la situación internacional tendrá en el país, respondió: “En principio es una mala noticia para Argentina, porque precios altos son malos para la balanza energética y comercial. Por las estimaciones que he visto, no alcanza el incremento de los precios de comodities para mitigar ese desbalance, aunque esto depende de cuánto importemos. El año pasado importamos 55 cargos de GNL, a un promedio de 8 ó 8,5 dólares por Millón de BTU, por un total de 1.300 millones de dólares. Para este año se proyectaban 70 ó 75 cargos, pero a los precios actuales, significaría un costo enorme, de 5.000 ó 6.000 millones de dólares. Pero además, no creo que haya disponible esa cantidad” de cargamentos de gas de licuado.

La oportunidad que encierra la crisis

Para Bulgheroni, “lo positivo es que esto lleva a reorientar las prioridades y dentro de éstas, tenemos que desarrollar Vaca Muerta y otros proyectos de oil y gas; Vaca Muerta nos va a permitir claramente cambiar la matriz de nuestro país, porque tenemos reservas de 300 TCF, que son seis veces el consumo futuro de Argentina por los próximos 30 años”.

Para ello, será fundamental ampliar la capacidad de transporte, para salir a buscar mercados en el mundo. Es una buena noticia y como industria apoyamos esto: es importante que se haga, porque va va a ampliar (la capacidad de transporte) en 11 millones de metros cúbicos diarios. Esta es la primera etapa y sabemos que la segunda, desde Salliqueló, otros 13 millones. En una tercera etapa, se podrá unir Vaca Muerta con el norte  del país, uniendo la parte del anillo de TGS con TGN. Esta es la condición para buscar mercados externos, ampliando la capacidad interna para luego ir hacia fuera”.

También hizo referencia a la posibilidad de construir, a futuro, una planta de GNL, es decir para licuar el gas que posteriormente pueda exportarse a través de barcos hacia todo el mundo. Se trataría de inversiones del orden de los 10 ó 15 billones de dólares, por lo que  opinó que esto “debería ser impulsado por un consorcio de empresas, liderado por YPF e integrado por todas las productoras y también por empresas que hayan tenido experiencia en el manejo de estas plantas”.

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