Tras ganar la Copa los jugadores juegan otra final: la del cobro de los dólares del premio de la FIFA
Los 52 millones de dólares que cobrará la AFA por el título en el Mundial de Qatar encendió un debate sobre la manera en que deben liquidarse ese dinero entre el organismo y cada uno de los jugadores. El caso especial del arquero Franco Armani y cuánto pagarían de impuestos. La discusión no es si jugar con línea de 5 o de 3 sino, si "se liquidan los dólares al oficial o al paralelo?

La Asociación de Fútbol Argentino (AFA) no solo se trajo la copa entre manos. También los USD 52 millones de premio por haberla ganado.
Mientras la Scaloneta se paseó levantando el trofeo y el clamor popular generó una de las movilizaciones más grandes de la historia, las calculadoras del Banco Central (BCRA) sacaron chispas computando el monto a liquidar en las arcas por el ingreso extraordinario de divisas extranjeras.
En esta ocasión, los cálculos no dan lo mismo para Lionel Messi y su selección triunfante. Es que el destino del monto mayúsculo genera controversias entre el equipo económico de Sergio Massa, deseoso por la llegada de dólares, y la AFA, que incómodamente preferiría mantener el premio en la cuenta que tiene en Zurich, Suiza, dónde actualmente se encuentra.
La primera voz cantante fue la del propio BCRA, a cargo de Miguel Pesce, quién asegura que el dinero debe ser liquidado en su totalidad en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC).
“La AFA lo tiene que ingresar y liquidar”, afirma el BCRA de forma determinante. Se ampara en el manual de balance de pagos del Fondo Monetario Internacional (FMI), que considera a los premios como “servicios recreativos y culturales” y en su propia normativa, que entiende que, por este concepto, “hay obligación de ingreso y liquidación”.
Contempla definición internacional más la regulación interna. El premio consta de USD 42 millones que entrega la FIFA, más USD 10 millones que prometió la CONMEBOL si un plantel Sudamericano ganaba la Copa del Mundo.
A cambio de esta propuesta poco atractiva, el organismo liderado por Pesce garantiza lo siguiente: si AFA mantiene un contrato con los jugadores -que no sean residentes fiscales en Argentina- por la prestación del servicio, entonces puede pagarles su parte correspondiente en dólares oficiales.
Es decir: la organización presidida por Chiqui Tapia “liquida al oficial, pero también paga a la cotización oficial”. Para restarle peso a las versiones de una posible alteración de la dinámica financiera tras cancelar el total, desde el Central aseguran que “el premio representa 5% de lo que opera un día normal el mercado de cambios en Argentina".
Fernanda Laiún, socia fundadora del estudio Laiún, Fernández Sabella & Smudt, opina que el premio de la FIFA a la AFA “debe liquidarse al tipo de cambio oficial por el BCRA, porque tiene un concepto muy amplio acerca de los servicios o conceptos facturados por un sujeto argentino (la AFA), por lo cual, “se liquida y trae en pesos a Argentina”.
Pero la mirada desde el sector privado no manifiesta consenso con la oficial.
Formalmente, la AFA es una organización sin fines de lucro que, en esta oportunidad, cobra un premio ganado en Qatar, a partir de un servicio prestado en el país de Medio Oriente.
En este sentido, Sebastián Dominguez, CEO de SDC Asesores Tributarios, explica que, desde el punto de vista aduanero, “eso no encuadra como una exportación de servicios”.
Para que así sea, el tributarista detalla: “según el código aduanero, tiene que tratarse de un servicio prestado en Argentina con efecto en el exterior. En este caso, el servicio se prestó afuera”.
Sin embargo, el BCRA “se aparta de la definición de servicios del código aduanero y adopta la normativa cambiaria, dictada por facultad delegada”. Así, la lógica del organismo dice que el servicio que cobra un residente (AFA) a un no residente (FIFA), se trata de una exportación y, por tanto, la liquidación es en el MULC, “dentro de los cinco días”.
Para Dominguez, el planteo es “controvertido”, pero “difícilmente la AFA no vaya a liquidar al oficial, porque así lo plantea la norma del BCRA”.
Números aparte, en el plantel victorioso hay un caso excepcional: Franco Armani, arquero de River Plate, es el único jugador (quitando al cuerpo técnico) que mantiene residencia fiscal en Argentina.
Generalmente, explica Laiún, los artistas, futbolistas y sujetos que residen en el país pero trabajan para el exterior “a efectos fiscales, facturan y cobran los dólares, los mantienen depositados en el exterior y pagan el impuesto a las ganancias por el 35% de lo facturado”. Sin embargo, de pesificarlos, perdería un 78% respecto de sus colegas.
Tal vez, para su consuelo, valga saber que el porcentaje abonado de Ganancias por el resto de los campeones es aún mayor: Nicolás Otamendi y Enzo Fernández, que juegan en Portugal, afrontarán una alícuota máxima del 58,2%. Quienes juegan en Italia, Ángel Di Maria, Leandro Paredes, Lautaro Martínez y Paulo Dybala, un 52,8%, por ejemplo.
Respecto del pago del impuesto a las Ganancias, Dominguez esgrime dos miradas contrapuestas: la primera, que solo Armani debería pagarlo por tener residencia fiscal en el país. El resto, como “solo paga por rentas de fuente Argentina” y el premio se trata “de una renta de fuente extranjera” no debería pagar este impuesto.
La segunda sostiene que, como el trabajo realizado por los jugadores fue en representación de Argentina en virtud de un contrato firmado con la AFA, “esa renta es de fuente nacional para todos”, por lo cual, “todos deberían pagar el tributo”, con el mecanismo correspondiente de acuerdo a su residencia fiscal.
De todos modos, Laiún reconoce que “si no habláramos de un contrato tan famoso y evidente, lo que ocurriría es que los dólares se cobrarían en el exterior y se pagaría a cada jugador en su país”.
Por último, respecto de la posibilidad de deducir de los USD 52 millones las multas económicas por el sumario de tarjetas amarillas que recibiría la Selección tras los incidentes en el partido contra Países Bajos, cercanos a la AFA aclaran: “va por otro carril, porque puede apelarse en instancia de arbitraje deportivo. No se quita del premio”.
