Crónica de una decisión “anunciada”, ¿y ahora?
Alberto Fernández tenía poco margen para sostener su ambición reeleccionista. Sin embargo, su corrimiento de la pelea electoral no calma la cuestión económica ni tampoco las especulaciones políticas de una semana fatídica.

La política conoce más de insinuaciones y gestos que de literalidad. Suena a contradicción, pero en innumerables ocasiones, no se dice ni una palabra, aunque se dice todo. Después, cuando lo que circula por lo bajo sale a la luz, simplemente se hace oficial.
El presidente Alberto Fernández anunció que no se presentará como candidato a la reelección. ¿Es una novedad? No ¿Asombra? Tampoco. Transparentó lo que ya todos preveían.
En todos los espacios políticos se trazaban escenarios sin Alberto en la carrera electoral. También se tenía la certeza de que no era un candidato competitivo. La única pisca de efecto sorpresa que podían llegar a evaluar es una de las características de la personalidad del mandatario: su testarudez.
Con las cartas echadas, una persona del círculo intimo asegura que “el presidente lo venía manifestando de a poco y solo restaba saber cuál era el momento indicado”.
El día llegó. ¿Era este el mejor momento?
Caía la tarde del jueves. El presidente, se contactó con su mesa chica. El grupo selecto: Agustín Rossi, Aníbal Fernández, Vilma Ibarra, Juan Manuel Olmos, Santiago Cafiero, Victoria Tolosa Paz y Gabriela Cerruti. El presidente estaba preparado para sacar a la luz eso que ya se sabía. No sólo no iba a ser candidato. Alberto Fernandez no está dispuesto a quedar como el culpable de los desbarajustes de la política con consecuencias económicas. También por esa circunstancia salió eyectado del cargo de jefe de asesores de la Presidencia, Antonio Aracre.
Con decisión o sin decisión el conflicto político no se tapa. Después de la comunicación a su mesa chica, y de trabajar toda la noche para una publicación matutina sin que se filtre, nadie más se enteró de la jugada. Ni siquiera Cristina Kirchner y Sergio Massa, sus socios políticos. Vieron el video en las redes, como el resto de los argentinos mortales.
Más allá de no querer quedar preso de las especulaciones y de evitar ser señalado como el responsable de la deriva del país, el presidente no encuentra lazos políticos. “A Alberto se le estaba complicando el armado de actos en el país. Los intendentes y gobernadores no quieren saber nada con cuestiones nacionales” cuenta un armador político.
¿Y ahora? ¿Soluciona esto la disparada del dólar blue? Al menos hasta el cierre de semana, no tuvo efecto.
“El impacto económico va más allá de la decisión de Alberto Fernández porque el poder económico está tratando de acelerar los tiempos para imponer la devaluación que el gobierno viene resistiendo” asegura el analista Pablo Romá.
Entonces, ¿al menos calma la tensión política en el armado electoral del Frente de Todos? La reunión del PJ del día viernes fue bastante protocolar y expeditiva. No definieron nada y estiraron la estrategia sobre alianzas para las elecciones para mediados de mayo. Lo que no se dijo, pero se sabe, es que esperan saber la posición de Cristina Kirchner. “En un principio iremos a unas PASO en el Frente, aunque Sergio Massa quiere ser el candidato de la unidad”. El ministro de Economía, acumula poder, enfrenta internas, sienta posición. Por lo bajo deja entrever que es el candidato mejor posicionado. Por lo alto, repite cual mantra, que está muy ocupado con la economía. “Tenemos tiempo hasta finales de mayo, principio de junio para definir”, cuenta un peronista de experiencia.
Habrá que evaluar cómo se manejan los tiempos. A Alberto Fernández le quedan ocho meses como presidente de la Nación. El desafío será ver de qué manera puede sostener algo de un peso político bastante escurrido. A la vez, de qué manera puede seguir sorteando a quienes buscan señalarlo como el responsable de todos los males.
