El té helado, aunque tiene sus raíces en Estados Unidos, ha conquistado paladares en diversas partes del planeta. Este refrescante bebida se ha vuelto un favorito, especialmente en épocas de calor, cuando las bebidas frías son un alivio.

Hoy en día se pueden encontrar múltiples variantes y sabores, desde el clásico té negro hasta combinaciones tropicales con frutas y hierbas. Muchos optan por endulzarlo, mientras que otros prefieren disfrutar de su sabor natural. Además, en algunos lugares, se le añade limón o menta para darle un toque extra refrescante.

En Argentina, aunque el mate sigue siendo la bebida emblemática, el té helado ha comenzado a hacerse un espacio en las mesas, especialmente entre los más jóvenes.

Una opción refrescante para el verano.
Una opción refrescante para el verano.
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ELABORACIÓN

1. El primer paso será preparar el té caliente como siempre, con apenas más cantidad de hebras de lo acostumbrado para que no se diluya el sabor.

2. Lo dejamos enfriar a temperatura ambiente, y luego lo llevamos a la heladera hasta que esté bien frío.

2. A continuación,  se pueden sumarle rodajas de frutas, como naranjas o limones. Y agregar hielo. ¡Y listo!

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Con información de Clarín, editada y redactada por un periodista de ADNSUR

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