Tensión salarial: el Gobierno busca imponer un tope a las paritarias y se agrava el conflicto con la CGT
Los acuerdos salariales más recientes encendieron las alarmas en el oficialismo y tensaron la relación con los gremios. La central obrera evalúa medidas de fuerza y, hasta los sectores más moderados, comienzan a endurecer su postura.
En las últimas horas se conoció que el Gobierno busca imponer un tope a las paritarias y se agrava el conflicto con la CGT (Confederación General del Trabajo). El intento del Ministerio de Economía de imponer un límite del 1% mensual a los aumentos salariales encendió las alarmas en el mundo sindical.
Si el Gobierno no cede con las restricciones a las paritarias, la conducción de la CGT advierte que estaría más cerca de convocar a un cuarto paro general que de continuar el diálogo con el Gobierno.
El ministro Luis Caputo considera que para consolidar la baja de la inflación es necesario que los precios y los salarios crezcan por debajo del índice de costo de vida. Según las proyecciones oficiales, en abril la inflación sería del 3%, por lo que busca que los aumentos pactados en paritarias no superen el 1% mensual. Quienes firmen por encima, se enfrentan a la amenaza concreta de que el Gobierno no homologue esos acuerdos.
LA TENSIÓN POR EL ACUERDO EN COMERCIO
Uno de los casos que generó más tensión fue el reciente acuerdo de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS), liderada por Armando Cavalieri. El sindicato, que representa a 1.200.000 trabajadores, firmó una suba del 5,4% para el trimestre abril-junio: 1,9% en abril, 1,8% en mayo y 1,7% en junio. Cavalieri, un referente histórico del sindicalismo dialoguista, defendió el acuerdo al señalar que el objetivo es “sostener el poder adquisitivo del salario ante una inflación que aún persiste”.
Desde el gremio de Comercio justificaron el incremento en base al dato de inflación de marzo, que fue del 3,7%, lo que acentuó el desfasaje de los salarios en la actividad. Sin embargo, para Economía, ese porcentaje excede el esquema oficial y encendió luces amarillas. El acuerdo aún no llegó a la Secretaría de Trabajo que conduce Julio Cordero, pero ya está bajo la lupa del Gobierno.
Otros sindicatos también superaron la pauta. Según un relevamiento del investigador Luis Campos (CTA Autónoma), SMATA cerró una suba del 8,3% para el segundo trimestre y Sanidad firmó un 8,6% a partir de abril. En este contexto, la paritaria de Comercio es clave no solo por su volumen, sino por el giro que podría significar si Cavalieri abandona su habitual tono moderado ante la negativa oficial de homologación.
Las presiones ya obligaron a varios gremios a retroceder. La Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (UTHGRA), encabezada por Luis Barrionuevo, debió replantear su acuerdo original del 16% en cuatro meses y lo redujo al 7,6% para seis meses, bajando los incrementos al 0,5% mensual en mayo, como pretendía Economía.
Algo similar ocurrió con Sanidad. La paritaria del trimestre octubre-diciembre, que alcanzaba el 11,4%, no fue homologada. Para el siguiente período, el gremio debió ajustar su estrategia y firmar un 5,2% para febrero-abril, dejando enero sin aumento para compensar el exceso previo.
Desde el Gobierno, algunos funcionarios promueven un cambio cultural en la negociación salarial: abandonar la lógica de aumentos atados a la inflación y establecer salarios básicos más bajos, dejando margen para mejoras en función de la productividad individual. “La paritaria tiene que ir para abajo de la banda y después está el salario más alto, que es el que se le paga a los mejores”, dijo un funcionario libertario.
Pero en la CGT rechazan de plano esa propuesta. Héctor Daer, uno de sus titulares, advirtió antes del 1° de mayo que “no puede haber libertad de precios y paritarias pisadas”. Además, la presión crece de cara a un año con elecciones en más de veinte gremios clave, donde los dirigentes deberán mostrar resultados concretos para sostener su liderazgo.
Según datos oficiales de la Secretaría de Trabajo, de 23 paritarias firmadas entre enero y marzo, solo dos superaron la inflación del trimestre. Aun así, tras conocerse el 3,7% de marzo, se espera que varios sindicatos reclamen reabrir sus acuerdos.
Con información de Infobae, redactada y editada por un periodista de ADNSUR
