Leasing inmobiliario: la alternativa real para quienes no califican para un crédito hipotecario
¿No accedés a un préstamo hipotecario? Esta modalidad permite alquilar con opción de compra y aplicar todo lo pagado al valor final del inmueble. Conocé cómo funciona y por qué puede ser la llave a tu casa propia.
Acceder a una vivienda propia sin tener que cumplir con los exigentes requisitos de un crédito hipotecario tradicional es posible gracias al leasing inmobiliario, una herramienta legal que cada vez gana más terreno en el mercado argentino. Se trata de una alternativa flexible, segura y efectiva para quienes alquilan pero desean transformarse en propietarios.
¿Qué es el leasing inmobiliario?
Es un contrato mixto que combina dos etapas: una de alquiler con opción de compra irrevocable al finalizar el período locativo. En otras palabras, el locatario (tomador) paga mensualmente un canon (alquiler), que luego se computa como parte del precio del inmueble. El propietario (dador) está legalmente obligado a venderlo si el tomador decide ejercer su opción de compra.
¿Por qué es una solución para quienes no califican a un crédito?
Según datos del sector, apenas entre 10 y 15 de cada 100 solicitudes de préstamos hipotecarios logran ser aprobadas. La razón principal: muchos trabajadores tienen ingresos no registrados o trabajan bajo el régimen de monotributo, lo que dificulta calificar ante una entidad bancaria. Sin embargo, estos mismos perfiles pueden acceder a un contrato de leasing, que exige requisitos mucho más accesibles.
Además, a diferencia de los créditos hipotecarios, el leasing no implica una hipoteca sobre el inmueble hasta que se concrete la compra, por lo que la titularidad sigue en manos del dador. Esto le da mayor seguridad al propietario y reduce los riesgos frente a eventuales incumplimientos.
¿Cómo se formaliza el contrato?
El leasing inmobiliario debe instrumentarse por escritura pública y registrarse en el Registro de la Propiedad Inmueble, lo que le otorga seguridad jurídica a ambas partes. En términos contables, se considera un gasto deducible para el tomador, lo que también representa un beneficio fiscal.
Características clave del leasing inmobiliario
- Pago mensual: El tomador abona un canon que incluye alquiler y una parte financiera. Esos pagos se descuentan del valor de compra si decide adquirir el inmueble.
- Duración y opción de compra: Luego de pagar al menos dos tercios de los cánones (o antes, si se pacta así), el tomador puede optar por comprar el bien. El precio final puede fijarse al inicio o calcularse en base a tasaciones al momento de la compra.
- Gastos a cargo del tomador: Incluyen mantenimiento, impuestos, seguros y tasas, salvo que se pacte lo contrario.
- Facultad de subarrendar: El tomador puede alquilar el inmueble a un tercero, una ventaja clave para propiedades comerciales o industriales.
- Seguridad jurídica: En caso de incumplimiento del tomador, el desalojo se gestiona de forma mucho más rápida que en un alquiler tradicional (en tan solo 5 a 90 días), y el dador conserva la titularidad del bien hasta que se concrete la compra.
- Protección ante quiebra del dador: Si el propietario entra en concurso o quiebra, el contrato sigue vigente y el tomador mantiene su derecho a ejercer la opción de compra, amparado por la ley.
¿Y qué es el sale and lease back?
Es una operación en la que una persona o empresa que necesita liquidez vende su inmueble a un tercero y luego lo vuelve a ocupar mediante un contrato de leasing. Esto le permite recuperar el inmueble más adelante si cumple con los pagos. Es una modalidad útil para refinanciar deudas sin perder el uso del bien.
¿Por qué es una opción en auge?
En contextos de alta inflación y restricciones bancarias, el leasing se posiciona como una alternativa atractiva tanto para quienes desean comprar como para inversores que buscan colocar capital con bajo riesgo. Incluso puede utilizarse para adquirir viviendas, locales, depósitos, oficinas o plantas industriales.
Este contrato casi no registra incumplimientos porque si el tomador deja de pagar, pierde todos los cánones que ya abonó, los cuales se computan a cuenta del precio final. Esa es una gran motivación para cumplir.
El leasing inmobiliario representa una oportunidad concreta para acceder a la casa propia sin depender de créditos bancarios, con ventajas impositivas, jurídicas y operativas. Ideal para emprendedores, profesionales independientes o quienes manejan ingresos informales, esta figura jurídica podría ser la respuesta para miles de argentinos que hoy solo pueden alquilar.
