La decisión de ARCA que cambia la forma de hacer compras: lo que ya no será obligatorio desde julio
A partir del próximo mes, cambia una de las condiciones más habituales a la hora de pagar en los supermercados. La medida busca simplificar las operaciones diarias y aliviar trámites innecesarios. También hay una actualización importante para los monotributistas.
En los últimos años, la digitalización de los sistemas impositivos y la necesidad de combatir la evasión fiscal llevaron a una mayor formalización de las compras, incluso las realizadas por consumidores finales.
Esto implicó, en muchos casos, la obligación de brindar datos personales al momento de realizar operaciones, una práctica que generaba dudas sobre la privacidad y también complicaciones operativas tanto para comerciantes como para clientes.
En este escenario, la agencia de recaudación comenzó a adaptar su sistemas para simplificar procesos sin perder control fiscal. En este sentido, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), anunció un cambio importante sobre cómo se aplicará el IVA en algunas compras.
A partir del 1º de julio, quienes realicen compras en supermercados, hipermercados o minimercados de hasta $10 millones no deberán entregar sus datos personales, según informó ARCA. El cambio busca agilizar los procesos de facturación y facilitar las operaciones cotidianas de los consumidores finales, sin afectar los controles fiscales sobre montos significativos.
Hasta ahora, muchos comercios solicitaban el nombre, DNI o CUIT incluso en compras menores, lo que generaba quejas por parte de los clientes.
Con esta modificación, solo se requerirá esa información en operaciones que igualen o superen los $10 millones. En esos casos, el comprador deberá proporcionar nombre y apellido, domicilio, y algún documento identificatorio (DNI, CUIT, CUIL o CDI).
Además, ARCA anunció novedades para los monotributistas que utilizan la herramienta “Facturador”. A partir de julio, podrán emitir facturas por operaciones de hasta $500.000. En el caso de los monotributistas sociales, el tope será de $250.000 por operación.
Estas medidas buscan adaptar el sistema impositivo a las nuevas dinámicas comerciales, manteniendo el control sobre las grandes operaciones sin sobrecargar a los pequeños contribuyentes.
Con información de TN, redactada y editada por un periodista de ADNSUR
