Nicolás Soto alcanzó a irse de Río Gallegos antes de que comience la cuarentena obligatoria. Tomó uno de los últimos colectivos que salían hacia Caleta Olivia, su ciudad natal, y hoy en día atraviesa el aislamiento con su familia, esperando que todo esto finalice de una vez para volver a hacer lo que más le gusta: jugar al fútbol. Lo que tiene en claro Nicolás, es que a Río Gallegos no va a volver. TERMINA DE LEER ESTA NOTA HACIENDO CLICK ACA