(Pasta de Campeón / ADNSUR) - La vocación y la pasión van de la mano en Javier Omar Guerreiro, tal cual reza su DNI, que llega de un gran Regional Amateur con Boxing de Río Gallegos, de una excelente campaña junto a Jorge Newbery y que hizo de Independiente de San Julián a modo propio como una plataforma de lanzamiento para hoy ser uno de los técnicos más codiciados por no sólo resultados, sino por perfil, modo de trabajar y el proceder que no sólo reconocen jugadores, dirigentes e hinchas.
La salida de Orlando Portalau, uno de sus grandes “maestros” en el comienzo para el comodorense entrenador de 36 años, le abrieron la puerta de retornar a la ciudad que lo vio nacer tras un año de estar en Santa Cruz.
Con mate, charla amena y en su oficina, termina de tomarle el peso y la altura a sus jugadores en un plan de trabajo que trata de llevar en los mínimos detalles. Con la convicción que a pesar del amateurismo se pueden lograr grandes resultados en pequeñas cuestiones que muchas veces pasan de largo.
Javier Guerreiro se convirtió en el nuevo entrenador de Próspero Palazzo
“Estoy contento en Palazzo, empezamos a trabajar, de a poquito y ya con la pretemporada con jugadores que estamos analizando para ver si los podemos sumar y para armar un equipo competitivo. Esa es la idea que me trasmitió la dirigencia y con algo serio, el poder pelear los puestos de arriba, pero para ello hay que laburar mucho, diagramar un buen equipo y en ese proceso estamos”, indicó en una charla con Pasta de Campeón.
EL OPERATIVO DE LA DIRIGENCIA PARA TRAERLO AL CLUB
Para que el joven entrenador, que contaba con algunas ofertas de Buenos Aires y sondeos desde algunos puntos del país, decidiera llegar al barrio Próspero Palazzo los directivos encabezados por Hugo Montoya decidieron mostrarle sus instalaciones, algo que sin dudas sedujo a Guerreiro.
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“Tienen instalaciones de primerísimo nivel y hace tiempo que no veo un club tan ordenado. Cuenta con cancha que se estrenó hace poco, un gimnasio de musculación y eso sin dudas es importante para analizar un proyecto. Pero también, tener la chance nuevamente de trabajar junto a Osvaldo Galleguillo y Claudio Quiroga, gente conocida y eso inclinó la balanza con jugadores que ya tuvimos desde chico”, aseguró.
La llegada del entrenador que de joven tuvo que dejar el fútbol por una lesión y que desde su padre vio lo que era ser entrenador recuerda su llegada a Palazzo lo que fue su paso por Independiente de San Julián.
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