El primer Superclásico de la trilogía terminó en empate. Lo que el resultado no determinó quedó, sin embargo, bien marcado desde el juego: River fue más que Boca, que sorprendió a propios y extraños con un planteo extremadamente defensivo. Si bien Esteban Andrada no fue una figura descollante -aunque terminó siendo el mejor del partido en el Xeneize-, el gasto lo hizo el local y dejó la incógnita de saber si Gustavo Alfaro repetirá el esquema conservador en el choque por la Copa Libertadores, el 1 de octubre.

La decisión de dejar a Carlos Tevez en el banco llamó la atención. Jan Hurtado como único delanetro quedó demasiado solo, lejos, perdido entre los defensores. Y fue todo de River, que no brilló como en otros partidos, pero sí sometió a su rival. "Controlamos todo el partido. Si no vi mal, en todo momento tuvimos la iniciativa. Nos encontramos un equipo cerrado que quiso proponer poco", resumió Lucas Martínez Quarta.

El superclásico, por la quinta fecha de la Superliga, fue el primero entre Boca y River desde la final de la Copa Libertadores que disputaron el 9 de diciembre de 2018 en Madrid, con victoria 3-1 de los Millonarios, y el número 202 entre ambos por campeonatos de primera división.

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